La Armada Nacional Bolivariana interceptó un buque contratado por la petrolera estadounidense ExxonMobil, que entró en una zona en disputa con Guyana que reclama Caracas.
El buque de prospección sísmica Ramform Tethys fue interceptado el sábado por la Armada venezolana mientras realizaba estudios sísmicos en alguna zona de las aguas del bloque Stabroek en nombre del gigante petrolero estadounidense, uno de los incidentes más serios registrados hasta la fecha en esta rica zona petrolera que Venezuela reclama como propia desde hace tiempo.
La empresa noruega Petroleum Geo-Services (PGS), dueña del buque que ayuda a las compañías petroleras a emprender hallazgos petroleros, indicó que después de la interceptación por parte de Venezuela, el barco abandonó la zona en disputa, según reseña el diario Guyana Chronicle.
Bard Stenberg, vicepresidente de comunicaciones de PSG, pese a que declinó dar más detalles sobre el incidente, afirmó que el buque Ramform Tethys no ha reanudado sus operaciones y ahora se dirige hacia el este, además de comentar que la embarcación contaba con todos los permisos requeridos por las autoridades de Guyana.
Desde el siglo XIX, Venezuela reclama la soberanía del Esequibo, una región del escudo guyanés comprendida entre el oeste del río Esequibo hasta el hito en la cima del monte Roraima, en Suramérica, una postura que comparten incluso algunos de los más férreos detractores del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Las tensiones entre Venezuela y Guyana se exacerbaron después de que, en 2015, la petrolera estadounidense ExxonMobil descubriera un importante yacimiento en la parte marítima del territorio reclamado y desde entonces ha realizado nueve descubrimientos. El bloque Stabroek —frente a las costas del Esequibo—, descubierto en 2015, es considerado la segunda mayor reserva de petróleo del mundo.
Al respecto, Maduro ha dicho que las perforaciones petroleras de la compañía estadounidense son ilegales.
En 2013, la Marina de Venezuela incautó en esa misma zona un barco de investigación petrolera alquilado por Estados Unidos y lo retuvo durante más de una semana, antes de liberar el buque y a sus 36 tripulantes.
La Cancillería de Venezuela se pronunció sobre esta situación en un comunicado.