La Organización de Estados Americanos (OEA) inauguró su 45 Asamblea General, una reunión que este año es atípica al estar centrada en la renovación del organismo y celebrarse en la sede de Washington tras la renuncia de Haití a acogerla.
La cita continental comenzó con un discurso de 12 minutos del secretario general de la OEA, Luis Almagro, que se comprometió a situar al organismo «a la vanguardia» de otras organizaciones internacionales.
Al no haber país anfitrión, el tema de este año será «El presente y el futuro de la OEA», es decir, la profunda reforma reclamada desde hace años desde dentro y fuera de una organización cuya relevancia ha quedado mermada frente al ascenso de otras alianzas regionales.