El canciller venezolano, Jorge Arreaza, ratificó este domingo la preocupación del Gobierno del presidente Nicolás Maduro por la imposibilidad de establecer eficaces vías de comunicación con el Ejecutivo colombiano, a cargo del mandatario Iván Duque, y por las acciones en contra de Venezuela a escala internacional.
“Colombia es un país que nos preocupa, no solo por los paramilitares, el tráfico de drogas, los migrantes, en fin, un sin fin de cosas que nos preocupa”, afirmó Arreaza durante una entrevista en el programa José Vicente Hoy que tranmite la planta televisiva Televen.
Sostuvo que Venezuela siempre estará dispuesta a dialogar pero esperán una reflexión de parte de Duque «porque está jugando a la guerra; una guerra entre nuestros países sería de costos invalorables para nuestros pueblos».
Arreaza señaló que el gobierno colombiano «vive una situación muy compleja» porque «protestan los estudiantes, los campesinos» pero «utilizan a Venezuela para distraer a la opinión pública de los inmensos, profundos, graves y alarmantes problemas que tiene la sociedad colombiana».
Tras mostrar una serie de comunicaciones enviadas a la cancillería colombiana, sin obtener respuesta alguna, enfatizó su llamado a su homólogo Carlos Holmes Trujillo. «Tenemos el deber Constitucional de sentarnos a dialogar. Son millones las personas que viven en la frontera, debemos articular en materia de seguridad, salud, educación, transporte; no hacerlo es una gran irresponsabilidad», señaló el ministro de Relaciones Exteriores.
ALBA: Gran apuesta por la unión
Arreaza refirió que ante los ataques imperiales que sufre Venezuela y países progresistas tiene mucha importancia afianzar la unión a través de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
«Hoy es más importante que nunca el ALBA, para estabilizar nuestra América a partir de la unión de los pueblos (…) ALBA es la gran puesta de los países independientes por tejer una verdadera estructura sólida de unidad.», indicó.
Prosiguió al destacar que «la hermandad de los pueblos de nuestra América Latina y Caribeña es inexorable» por lo que señaló es un deber «volver a los espacios que tuvimos y llegar a los que nunca tuvimos, para poder estabilizar políticamente, socialmente, culturalmente la independencia de nuestros países».