El arte de creadoras y creadores de 35 países que alzan sus voces en resistencia muestran sus obras en la primera Bienal de Sur, que abrió sus puertas ayer al mediodía y ocupa el edificio moderno del Museo de Bellas Artes (MBA), en Caracas. Con Palestina como invitada de honor, la exhibición que se declara “abiertamente antiimperialista” cuenta con la participación de 87 artistas.
En esta primera bienal dijeron presente Argentina, Angola, Argelia, Brasil, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Egipto, El Salvador, Grecia, Guatemala, Haití, Honduras y Jamaica.
También hay representantes de Mali, Marruecos, México, Namibia, Nicaragua, Palestina, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, Saharaui, Siria, San Tomé y Príncipe, Sudán, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela y Vietnam.
Las y los visitantes de la muestra, que se extenderá hasta el 28 de febrero de 2016, pueden recorrer el edificio moderno del MBA en cuatro grandes trayectos. En la planta baja de la institución, en la sala 12, se ubica Diálogos de la transformación, con obras que hablan de “la recuperación de la dignidad del ser humano y el reconocimiento de su capacidad de accionar, transformar y cambiar su historia”, señala el texto de sala.
En las salas 13 y 14, la bienal muestra Diálogos de la identidad, a propósito de un arte con “compromiso político” que “ha hurgado en las diferentes expresiones, representaciones y ausencias que nos definen como pueblo”. En Diálogos de la tierra, en la sala 15, están las obras que remiten a lo natural, cosmogónico, mágico religioso, antropológico y el entorno.
El recorrido finaliza en la sala 18 con Diálogos del cuerpo, con iniciativas de compromiso político de género y la resignificación de otras formas posibles de relación social, resume el texto de sala.
LOGRO EN GUERRA
La organizadora de la bienal, la artista Morella Jurado y el ministro de Cultura, Reinaldo Iturriza, reconocieron ayer el esfuerzo que se requirió para organizar durante doce meses una exposición internacional en un año tan difícil económicamente para Venezuela.
“No ha habido un año más complicado que este” por “la guerra total a la que está sometida la población venezolana, y muchos países del sur político”, expresó Iturriza.
Para el ministro, la bienal es una demostración “de que con iniciativa, un pie adelante” se pueden lograr los objetivos. Asimismo, agradeció a los más de 700 artistas que hicieron propuestas y de los cuales solo resultaron seleccionados 87 para esta bienal “abierta y firmemente antiimperialista”.
“Nos da mucha emoción tener obras de países que literalmente están bajo fuego enemigo, bajo las mismas fuerzas que todos los días están haciendo un gran esfuerzo por derrotar a la Revolución bolivariana”, declaró respecto a países en guerra como Siria y Palestina.
Para la organizadora e integrante del equipo curatorial de la bienal, Morella Jurado, dijo que con esta exposición se lograba “el sueño” de Hugo Chávez, quien insistió en sus discursos en que la Revolución tenía que ser cultural, con la cultura como eje transversal de la política pública.
De algún modo, señaló la investigadora, esta muestra es un homenaje al Comandante y a su idea del “sur político, no del sur geográfico, porque el sur es todos los pueblos en resistencia”. Igualmente, se honra a Simón Bolívar, “el hombre de las dificultades”, al hacer esta celebración artística “en medio de un golpe de Estado, de un golpe económico como el que estamos viviendo”.
A diferencia de otras bienales, esta no “trafica con el poder ni con el mercantilismo” y ninguna de las y los artistas pagó para participar sino que llegó “por su voluntad”, para “dar un paso a favor de los olvidados del mundo y de la Revolución bolivariana”, afirmó Jurado.
La también directora general del Instituto de Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes) agradeció el apoyo de los despachos de Comunas, Relaciones Exteriores, Transporte Terrestre, Defensa y Cultura, entre otras instituciones públicas.
La embajadora de Palestina en Venezuela, Linda Sabeh Alí, celebró la invitación de su país a ser homenajeado en la bienal. Resaltó que su patria tiene una cultura milenaria que lucha, entre otros instrumentos, con sus pinceles.
La diplomática defendió el territorio histórico de Palestina, ocupado desde 1948 por Israel y que ha ocasionado miles de muertos en el pueblo palestino: “Robaron mi tierra, desalojaron a mi pueblo y somos 6,7 millones de personas como refugiados a los que nos impiden entrar a nuestro país”.