Multitud | Articulación de voluntades (Opinión)

Para lograr la fusión de las izquierdas sociales en una poderosa mediación política se trata no solo de re-pensar el partido revolucionario, se trata más bien de impensarlo. Por impensar comprendemos una perspectiva que reconoce que dependemos de presunciones, premisas y presupuestos dudosos, que apenas se han debatido, y que anclados en el fondo de nuestras formas de conciencia social y política, desaparecen y reaparecen en mil formas distintas cada vez que las realidades histórico-sociales nos revela su inadecuación. Y esta inadecuación exige una praxis contra-hegemónica de desarticulación-rearticulación de nociones, conceptos y categorías políticas

Sobre el estalinismo-burocrático hay cierta conciencia social y política sobre lo nefasto de replicar un camino semejante de revolución anticapitalista.

Este camino, sencillamente, ha muerto, e implica error tras error, fracaso tras fracaso. Sobre el “leninismo organizativo” hay una polémica fecunda que debe ser asumida como problemática de debate, de deliberación, como ejercicio de crítica radical, para evitar cualquier regresión autoritaria, cualquier despotismo, cualquier figura de barbarie política.

Sin embargo, bajo las aguas del marxismo revolucionario existen corrientes diversas de interpretación de las ideas-fuerza que se desprenden de este programa teórico revolucionario. Sin duda, sin Marx es imposible pensar cualquier programa político de transición al socialismo, pero hay mucho más que Marx, un más allá de Marx, que es indispensable para enfrentarse a la inadecuación de la teoría revolucionaria heredada.

El esfuerzo de articulación de voluntades, pasiones y razones socialistas pasa por el reconocimiento de que la edificación de la organización política revolucionaria es correlativa a los esfuerzos por clarificar el horizonte ideológico desde el cual se sustenta el proyecto estratégico.

El asunto es más complejo y requiere un pensamiento complejo, consiste en la articulación de la acción conjunta de enfoques revolucionarios diversos a través de una metódica democrática de debate, que edifique en la praxis principios unitarios, criterios compartidos para la unidad de acción revolucionaria.

T/ Juan Barreto C.