Grupos de voluntarios alertan sobre la disminución del apoyo a las familias damnificadas. En la región del Istmo las lluvias agravan la situación de miles de personas que sufrieron con el primer sismo del 7 de septiembre
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La cifra de víctimas fatales como consecuencia del sismo que azotó el pasado 19 de septiembre gran parte de la geografía mexicana ascendió a 355, de acuerdo con el informe actualizado de Protección Civil. En la Ciudad de México la cifra de fallecidos se incrementó a 214. En el estado de Morelos se registraron 74 muertes; en Pueblo 45; en el Estado de México 15; en Guerrero 6 y en Oaxaca 1.
El lamentable saldo de personas fallecidas podría seguir incrementándose debido a que aún hay notificaciones de personas desaparecidas. No se conoce el paradero de 10 obreras que laboraban en una fábrica ubicada en la zona de Chimalpopoca, cuyo edificio se desplomó. Se sospecha que eran precarias las condiciones en que allí se laboraban y sus normas de seguridad. La Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina exigieron a las autoridades que respondan sobre el destino de dichas trabajadoras.
Sigue la tragedia en el interior
En la población de Juchitán afectada por el primer gran terremoto, ocurrido el 7 de septiembre, la tragedia se multiplica, mientras el foco de atención de los principales medios de comunicación y del Gobierno se concentra en la Ciudad de México.
Un reporte del diario La Jornada indica que las intensas lluvias que desde hace tres días no cesan han convertida en ríos y arroyos las calles de Juchitán y otros pueblos del Istmo de Tehauntepec. En los lodazales, bajo lonas regaladas por las autoridades o la sociedad civil, viven los habitantes que perdieron sus hogares y los que aún los conservan, pero con graves daños.
“Ahora es la lluvia, más las constantes réplicas (del sismo), no sabemos cuándo parará esto, nos estamos volviendo locos”, expresa Rosalino Ruiz Sánchez, originario de Juchitán que con una lona de tres por tres metros cubre a sus cuatro hijos y a su mamá de 70 años afuera de su vivienda.
Alertan reducción del apoyo a damnificados
Aunque la actividad de voluntarios y la donación de comida y ropa para los damnificados del sismo del 19 de septiembre no se han detenido por completo, en algunos centros de acopio empieza a notarse menos movimiento del que había durante los primeros días de la emergencia.
Es el caso del instalado afuera de la estación Parque de los Venados del Metro, donde miércoles, jueves y viernes pudo observarse a cientos de personas entregando víveres o preguntando en qué lugares hacían falta manos para quitar escombros. Nueve días después del temblor, ese frenesí ha desaparecido.
Bajó bastante del domingo para acá. Aquí estábamos cargando unos 100 coches al día (con ayuda para los damnificados), pero el lunes pasado fueron 50 y el martes 40. Ahorita no tenemos más que 10 paquetes de despensas. Siguen viniendo personas, pero sí bajó el apoyo, y eso es preocupante, narró Juan Manuel Peralta, uno de los coordinadores del lugar.