Al menos 655 personas han muerto hasta este lunes en los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro, ubicados al sureste de Brasil, debido a las intensas lluvias que desde inicios de año azotan esa región con inundaciones y aludes de tierra.
El último balance preliminar de los organismos socorro y autoridades de Río confirman 286 fallecidos en Nova Friburgo, 284 en Teresópolis, 56 en Petrópolis, 19 en Sumidouro y 4 en Sao José do Vale do Río Preto.
Estos municipios fueron decretados en estado de calamidad ante los destrozos provocados por las precipitaciones.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, determinó decretar la medida para evitar que en estos territorios montañosos se siga extendiendo la tragedia. El decreto es válido por los próximos 180 días lo que le permite a la gobernación «mayor agilidad en la contratación de servicios, adquisición de materiales y ejecución de obras en la región serrana».
«Aquí las pérdidas más importantes son las de las vidas. Es hasta difícil hablar de números (para la reconstrucción de la ciudad), pero son muchas centenas de millones de reales. Mas no es hora de hablar de eso, sino de continuar el rescate de personas», afirmó Cabral el domingo.
Cabral anunció además siete días de luto oficial ante la enorme cantidad de pérdidas humanas y daños materiales ocasionados por aludes registrados la semana pasada.
Entre tanto, seis personas murieron el domingo en una carretera del estado de Sao Paulo que comunica a las ciudades de Tuiuti y Morungaba. cuando el vehículo en el que viajaban cayó a un barranco al intentar atravesar un puente que había sido arrastrado por la crecida de un río.
Defensa Civil estima que el total de víctimas puede ascender en las próximas horas por la cantidad no precisada de personas desaparecidas. Familiares disponen de una lista de unas 133 personas de las que no se sabe su paradero.
El organismo añadió que 6 mil 50 personas perdieron sus viviendas y otras 7 mil 780 tuvieron que abandonarlas temporalmente por estar construidas en áreas de riesgo. Gimnasios y escuelas públicas sirven de refugio a los afectados.
Este lunes la región del sureste de Brasil amaneció con mejor tiempo. A pesar de ello, expertos en meteorología estiman lluvias por lo menos hasta el próximo jueves en las zonas más altas de Río de Janeiro.