La celebración del Año Nuevo es una de las más antiguas y universales de las festividades. Hace aproximadamente 4.000 años atrás, los babilonios fueron los primeros en convertir el Año Nuevo en un ciclo festivo que duraba 11 días y que se celebraba al comienzo de la primavera.
La tradición de noche vieja y año nuevo cambia de fechas y modo de celebrarla de acuerdo a los diferentes tiempos y culturas. Lo que siempre se mantiene intacto es el espíritu de celebración y la esperanza de que el próximo año será mejor. Le invitamos a conocer cómo fue despedido el 2010 y de qué manera se dio la bienvenida al 2011 en distintas partes del mundo.
En Alemania, durante el año nuevo desafían al destino mediante la “ceremonia” del bleiglessen. Este ritual consiste en develar los misterios del futuro con una barra de plomo. El plomo se pasa por una soldadora, se funde hasta hacerse agua y las gotas plateadas se vierten en un vaso cuando el alba empieza a despuntar. El plomo líquido se vuelve sólido nuevamente y alcanza formas extrañas que -con una buena dosis de imaginación germánica- pueden predecir lo que depara el mañana.
Nueva Zelanda y Australia fueron dos de los primeros grandes países en saludar la llegada de 2011. En esas naciones el año nuevo ya fue recibido, como de costumbre, con fuegos de artificio y espectáculos al aire libre. En Australia, los fuegos artificiales iluminaron el cielo en celebración de la llegada del nuevo año tras la cuenta atrás en Sídney, pese a las dificultades que atraviesa el país por las recientes inundaciones causadas por el temporal lluvioso.
En el primer país, mientras se llevaban adelante los festejos, se prohibió la venta de alcohol en las calles mientras que en el segundo el colorido del cielo se pudo apreciar desde Sidney: un total de seis mil personas aguardaron 24 horas para a orillas del mar para no perderse el show.
Las celebraciones habían empezado, poco antes, en la península de Kamchatka, las islas de Fiji y en Funafuti, la capital de Tuvalu, que forma parte de la Polinesia.
Es una tradición el impresionate show de fuegos artificiales del puerto de Sydney, con la bella Ópera como corona de la postal. El evento se conoce como La noche de Año Nuevo de Sydney. Se divide en dos partes: un show menor y familiar a las 9 y otro más importante a la medianoche, para recibir el Nuevo Año. El año pasado fue seguido por un millón y medio de personas, mientras que el tema de este año será La Creación.
Para los chinos el año nuevo es la festividad más importante del año y tiene la misma importancia que la navidad para los occidentales. Tan importante es esta fecha que desde el gobierno se ha estipulado tres días no laborales.
Los filipinos, para dar la bienvenida al año nuevo, tienen el hábito de usar ropas con estampados de formas redondeadas, porque consideran que los círculos atraen el dinero y la fortuna. Sus tradiciones también incluyen comer una porción de frutas circulares y sacudarir de monedas dentro de una cazuela del metal mientras que caminan alrededor de la casa, saltando arriba. Se cree que causar un aumento en altura física y la fabricación de fuertes ruidos atrea la fortuna y la felicidad. Un gran número de filipinos, a raíz de la influencia china, creen que las celebraciones ruidosas del año nuevo sirven para ahuyentar al mal y la desgracia. No obstante, desarrollan prácticas que –en ocasiones- los ponen en riesgo. Este fin de año, los fuegos artificiales y petardos dejaron 245 heridos de diversas consideraciones.
El Diwali, o Festival de la Luz, indica el comienzo del nuevo año en la India. Tiene lugar entre octubre y noviembre y dura cinco días. Aunque cada región lo celebra a su manera, en todas partes la luz juega un papel esencial: infinidad de lamparitas de aceite decoran casas, templos y jardines, simbolizando la victoria del bien sobre el mal y mostrando el agradecimiento de la gente por todo lo bueno que hay en sus vidas. Los fuegos artificiales también son habituales en esta celebración.
Los indonesios celebran la víspera del Año Nuevo llevando a cabo una demostración músical, la cuenta descendiente del Año Nuevo, y un espectaculo con fuegos artificiales. Trompeta y Fuegos artificiales son las cosas más importantes para celebrar su víspera del Año Nuevo.
En Japón, el 31 de diciembre y el 1 de enero se da la bienvenida al toshigami, dios del Año Nuevo. Los templos budistas suenan sus campanas 108 veces a la medianoche. El día de Año Nuevo es fiesta nacional. La gente luce su kimono y visita los templos budistas y shintoístas para formular sus deseos para el año nuevo. El sake constituye la bebida principal durante los primeros días del año. Tambiénse acostumbra lanzar globos al aire.
Los malayos acostumbran a reunir toda la familia en alguna de las casas con la mesa repleta de tradicionales y deliciosos platos. En Malasia también abundan las celebraciones con fuegos artificiales.
El año nuevo o Hogmanay se celebra en Escocia prendiendo fuego a un barril y lo hacen rodar por las calles envuelto en llamas; dicen que con ello permiten la entrada del año. En Londres, a medianoche, la gente entrelaza sus brazos y todos a una entonan una antigua canción llamada «Auld Lang Syne». Pero una noche vieja en Londres no sería completa si no se divisa el espectáculo de fuegos artificiales que tiene lugar sobre el río Sena. Lo organiza el ayuntamiento londinense y dura más de 10 minutos. La noche es joven en la capital inglesa, por lo que no es difícil encontrar un bar, un ‘pub’ o una discoteca en donde celebrar la entrada del nuevo año hasta altas horas de la madrugada.
Gritos, saltos y, sobre todo, impresionantes fuegos artificiales no quedaron de lado en las celebraciones por Año Nuevo en diferentes ciudades de Taiwán. Varios taiwaneses se reunieron frente a un imponente edificio representativo de esta isla asiática para apreciar de cerca todo un espectáculo de fuegos pirotécnicos.
Fuente/Agencias
Fotos/AFP
La celebración del Año Nuevo es una de las más antiguas y universales de las festividades. Hace aproximadamente 4.000 años atrás, los babilonios fueron los primeros en convertir el Año Nuevo en un ciclo festivo que duraba 11 días y que se celebraba al comienzo de la primavera.
La tradición de Nochevieja y Año Nuevo cambia de fechas y modo de celebrarla de acuerdo a los diferentes tiempos y culturas.
Lo que siempre se mantiene intacto es el espíritu de celebración y la esperanza de que el próximo año será mejor.