Los aspirantes demócratas a la boleta partidista para los comicios presidenciales de 2016 obviaron ataques mutuos y enfilaron sus cañones contra los republicanos que tratan de llegar a la Casa Blanca.
Así lo demostraron anoche durante una cena en el Iowa Democratic Party Hall of Fame, donde se turnaron para atacar a los posibles candidatos del llamado partido rojo.
El sitio fue una plataforma compartida por cinco contendientes del llamado partido azul, Hillary Clinton, el senador Bernie Sanders, el ex gobernador de Maryland, Martin O’Malley, el ex gobernador de Rhode Island Lincoln Chafee y el ex senador Jim Webb, hasta ahora los demócratas que están en la contienda de las elecciones primarias.
Clinton, la puntera en los sondeos, abrió el camino en los ataques acusando a los opositores de tratar de arrancarle a los estadounidenses el progreso alcanzado y traer de vuelta las políticas de la era Reagan, en especial en temas económicos.
La exsecretaria de Estado se refirió al odio que promueve el magnate inmobiliario Donald Trump contra los inmigrantes y sus familias, lo que calificó de vergonzoso.
Asimismo la emprendió contra el gobernador de Wisconsin, Scott Walker por sus batallas contra los sindicatos y el ex gobernador de Florida, Jeb Bush por su política económica.
Mientras Sanders uso duros término contra la codicia de la clase multimillonaria del país, y abogó por una revolución que ponga fin a la influencia del dinero en la política en detrimento de los sectores más pobres.
El tema de la riqueza y la desigualdad de ingresos es la gran cuestión moral de la época, el problema económico es el gran tema político de nuestro tiempo, puntualizó.
Por su parte, O’Malley llamó a hacer más a favor de la inmigración, la educación, el matrimonio homosexual y el salario mínimo.
Mientras tanto, los republicanos enfrentan una delicada situación por las incendiarias declaraciones de Trump, en especial sobre inmigración, que los obliga a tomar posiciones en un tema que los puede alejar el voto de los latinos, para muchos decisivo en las elecciones de 2016.
En el último sondeo de Fox New dado a conocer el viernes Trump (18 por ciento) supera a los favoritos Scott Walker (15) y Jeb Bush (14) en las intenciones de voto a nivel nacional dentro del campo republicano.
Según un artículo que publica el sitio RealClearPolitics, el inversionista que declaró una fortuna cercana a los 10 mil millones de dólares esta semana, le resta una gran cantidad de oxígeno que necesitan otros candidatos.
El exgobernador de Texas Rick Perry recientemente dijo a su colegas republicanos y a los independientes que votarán en el proceso primario que Trump «ofrece a los electores una mezcla tóxica de demagogia y sin sentido».
Mientras el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham, necesitado de apoyo para poder concurrir a los debates de los 10 candidatos el 6 de agosto, lo describió como una bola de demolición contra el Partido Republicano.