Un ataque de la guerrilla de la organización Al Shabab contra el complejo de las Naciones Unidas en esta capital somalí causó 15 muertos y 18 heridos informó el gobierno somalí.
El ministro del Interior, Abdikarim Guled, precisó a la prensa que, de las 15 bajas fatales, cuatro eran trabajadores extranjeros, un número similar guardias de seguridad y siete eran asaltantes.
El titular añadió que los lesionados son civiles que deambulaban cerca del recinto y guardias de seguridad de los edificios, y fueron trasladados a hospitales cercanos para recibir asistencia médica.
Por su parte, la Misión de la Unión Africana en Somalia (Amisom) aseguró que sus soldados recuperaron el control del recinto de la ONU, atacado primero por un coche bomba y luego asaltado por un grupo de guerrilleros.
La Amisom afirmó que sus efectivos estaban desplegados en la instalación a los pocos minutos de comenzar el ataque, y que han asegurado el complejo.
El primer ministro somalí, Abdi Farah Shirdon, confirmó, lo anterior mediante un comunicado de prensa, en el cual precisó que “las fuerzas de seguridad de Somalia y de Amisom respondieron inmediatamente tras las explosión inicial y lograron controlar la situación”, a la vez que condenó el suceso.
La guerra en este país del Cuerno Africano se comportó en los últimos años de una manera intermitente, con indefiniciones en el teatro de operaciones militares y pasó de evento bélico de posiciones a una contienda irregular con características impuesta por la guerrilla.
Este país carece desde 1991 de autoridad central tras el derrocamiento de Mohamed Siad Barre.
Durante más de dos décadas, se hicieron esfuerzos por restaurar a Somalia, esfuerzos que fueron vanos, el conflicto interno continúa desgastándola, y presumiblemente se intensifique la violencia, opinan analistas.