Este martes|Ataques de medusas generan preocupación en Nicaragua

Ataques de medusas concitan interés de los nicaragüenses

Considerado un fenómeno inusual, el ataque de medusas a bañistas nicaragüenses concita  el interés público, cuando al menos mil 218 personas sufrieron quemaduras por contacto con esos especímenes marinos durante la última semana.

También llamadas aguamalas, aguavivas, agua cuajada o lágrimas de mar, estos organismos poseen en sus tentáculos células urticantes que emplean para capturar presas y en mecanismo de defensa; incluso, los tentáculos de ejemplares muertos en la arena pueden envenenar por varias semanas.

Consultados por la prensa, expertos como el biólogo Rodolfo Sánchez Barquero aseguran que la presencia de aguamalas en el litoral nicaragüense al Océano Pacífico, específicamente en las playas del occidente, está asociada a los fenómenos del cambio climático global.

Según el especialista, el incremento de la temperatura en las corrientes marinas favorece usualmente la reproducción de las medusas en las épocas de verano, pero el aumento notorio, tanto en Nicaragua como en otros territorios centroamericanos, tampoco puede verse separado de las alteraciones climáticas a escala mundial.

«Posiblemente se deban a cambios que nosotros hemos venido registrando desde meses atrás que son productos de alteraciones, de cambios bruscos de temperatura en la columna de agua, es decir de la superficie hacia el fondo», alegó.

La mayor reproducción en la superficie tiene lugar ante el desplazamiento de otros seres acuáticos, como peces y crustáceos en busca de aguas más heladas o profundas, sopesó el estudioso.

Desde 1999 Nicaragua no reportaba la incidencia masiva de medusas y ese año solo hubo reportes de varios vacacionistas afectados en el balneario de San Juan del Sur, de acuerdo con evaluaciones del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales.

De acuerdo con la literatura internacional, la toxicidad de la picadura de la medusa varía según la especie, pero la mayoría resulta pasajera; no obstante, se aconseja a las personas salir inmediatamente del agua por la posibilidad de padecer un shock anafiláctico y ahogarse.

Balnearios como los de Paso Caballos y Jiquilillo, en Chinandega, y Poneloya y Salinas Grandes, en León, Pochomil y Masachapa, en Managua, notificaron la presencia de aguamalas.

Texto/Prensa Latina
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