Sobre ley anticorrupción|Atascado el diálogo entre el gobierno indio y activista social Hazare

Anna Hazare

Representantes del gobierno y del equipo del luchador social Anna Hazare volverán a reunirse este jueves en Nueva Delhi, pero con manifiesto pesimismo sobre las posibilidades de congeniar criterios acerca de cómo erradicar la corrupción en la India.

Los escasos avances irritaron sobre todo a los delegados de Hazare, quien este jueves inició su décima jornada de huelga de hambre con la moral alta, pero con evidentes señales de debilitamiento físico.

La tercera ronda de conversaciones hizo aflorar por un momento la esperanza de un entendimiento entre el oficialismo y la sociedad civil respecto a la conciliación de un proyecto de ley anticorrupción al gusto de las dos partes.

«Pero el gobierno viró en U y prácticamente vamos a tener que retomar las negociaciones desde cero», señaló Prashant Bhushan, uno de los tres enviados de Hazare a las pláticas. «Estamos muy decepcionados», recalcó.

Más cauto, el ministro de Justicia de la India, Salman Khursheed, uno de los delegados del gobierno, negó que hubiera «problemas» porque de lo contrario «no estarían retomando el diálogo» (los representantes de la sociedad civil).

Entretanto, el equipo médico apostado en el Ramlila Ground de Nueva Delhi reiteró su preocupación por el estado de salud de Hazare, de 74 años.

Contra lo prescrito por los facultativos, el luchador gandhiano rehúsa ser hospitalizado y hasta recibir glucosa por vía intravenosa.

Cuando más hemos logrado es que tome mucha agua y evite hacer esfuerzos físicos, refirió uno de los médicos. Hoy le haremos nuevo exámenes, agregó.

Hasta ayer, Hazare había perdido casi seis kilos y presentaba valores de presión arterial y de pulso algo por debajo de lo normal.

Reiteró, que mantendrá su ayuno mientras el gobierno no apruebe un fuerte proyecto de ley anticorrupción y pidió a los miles de seguidores que lo acompañan en el Ramlila Ground no resistirse a las autoridades si éstas intentan desalojarlo del lugar. Apegado al principio gandhiano del «satyagraha» (desobediencia civil no violenta), el activista social llamó a los manifestantes a no caer en provocaciones.

«Si intentan detenerlos (los policías), la violencia puede estallar -alertó-. Mantengan la calma. No importa si tengo que ir a la cárcel», sostuvo.

Sus colaboradores temen que ante los escasos o nulos avances del proceso de negociaciones, el gobierno intente desalojarlo, tanto para concluir la huelga de hambre como para eludir la responsabilidad de su eventual muerte si, como ha proclamado, Hazare lleva su ayuno «hasta las últimas consecuencias».

Fuente/Prensa Latina
Foto/Archivo