Entidades japonesas exhortaron este a padres y maestros para que adoptarán medidas especiales ante la posibilidad de que niños y adolescentes cometieran suicidios al término de las vacaciones veraniegas.
Un estudio del Gobierno refleja que de 1972 a 2013 se registraron 18 mil casos de menores de 18 años de edad que se quitaron la vida para no volver a la escuela.
Según el reporte oficial, 131 de esos suicidas se inmolaron el 1 de septiembre -la fecha en que muchos centros docentes nipones abren sus puertas después de las vacaciones de verano.
Una organización sin fines de lucro emitió un comunicado dirigido a los muchachos, en el cual los insta a no sentirse culpables por ausentarse de clases.
Keiko Okuchi, de la entidad no gubernamental, aconsejó que no debe obligarse a ir a la escuela y por el contrario tratar de entender los sentimientos de los más pequeños de la familia.
El testimonio de una persona de 20 años de edad, intimidado en algún momento de su vida adolescente, relató que hubiera cortado su vida si sus padres lo hubieran obligado a regresar a la escuela al final de las vacaciones de verano.