La detonación de explosivos activados por un elemento suicida en la ciudad somalí de Galkayo, en la central región de Mudug, provocó la muerte de siete personas y lesiones a más de 30, confirmaron este domingo fuentes de seguridad.
El comandante militar Alí Umar reveló que entre las víctimas se encuentran algunos soldados, ya que el autor hizo explotar las bombas que portaba frente a un vehículo militar estacionado en las cercanías de un hotel.
Según el oficial, hasta el momento ninguna agrupación insurgente reivindicó la autoría del letal atentado.
Sin embargo, otras fuentes especularon que ese último ataque pudiera ser atribuido al grupo radical islámico Al-Shabaab, el cual opera en diversas zonas, principalmente en la parte central y norte de este convulso país africano.
El incidente ocurre a 10 días de un ataque armado de Al-Shabaab contra una instalación al norte de Mogadiscio, capital de este Estado, el cual provocó el deceso de seis personas, de ellos cuatro militares, de acuerdo con fuentes gubernamentales.
Un reporte del portal digital Garowe Online precisó que los atacantes irrumpieron en esa instalación disfrazados de policías y posteriormente resultaron enfrentados por fuerzas de seguridad.
En los últimos meses el Ejército, con el respaldo de la Misión de la Unión Africana en Somalia, creada en 2007, arreció los ataques armados contra Al-Shabaab, agrupación que con sus violentas acciones en este territorio ultimó a más de tres mil 900 personas sólo en 2018, según organismos de seguridad.
Al-Shabab como organización persigue imponer en Somalia un califato basado en la ley islámica o Sharia.