Fuentes oficiales de Bangladesh elevaron este domingo a 610 el número de víctimas mortales por el colapso de un edificio donde funcionaban talleres de la industria textil, luego de que equipos de rescate recuperaron 60 cadáveres más de entre los escombros.
El teniente Imran Khan, miembro del equipo responsable de las tareas de rescate, dijo a agencias internacionales que “el saldo de muertos confirmados asciende ahora a 610 (…) Se trata de la peor catástrofe industrial en el país”.
Bomberos, técnicos y voluntarios del centro de control de desastres no descartan que la cifra de fallecidos aumente a medida que las máquinas utilizadas para el movimiento de escombros y otros equipos pesados vayan desbrozando el lugar, labor que se extenderá por varios días.
El estado en que son hallados los cuerpos de las víctimas dificulta los esfuerzos de identificación. En el mayor número de casos los cadáveres están en descomposición avanzada o mutilados, según detallaron las autoridades.
Zillur Rahman Chowdhry, administrador adjunto de Dacca (capital), precisó que han “identificado sólo a un puñado de ellos (los muertos) gracias a los teléfonos móviles en sus bolsillos o a tarjetas de identificación de empleado del taller”.
La jefatura militar bangladeshí cifró los desaparecidos en algo más de un centenar, pero del listado presentado por familiares de las víctimas aún quedan unas 400 cuyo destino se desconoce.
Según las autoridades, dos mil 437 personas fueron rescatadas con vida del Rana Plaza, edificio de ocho pisos que se derrumbó hace doce días cuando unos tres mil obrero trabajaban en cinco talleres de confección textil diferentes.
Uddin Khandaker, funcionario del Ministerio del Interior, que dirige una investigación para aclarar el siniestro, indicó que cuatro generadores situados en el techo del edificio y la maquinaria industrial usadas están entre las causas del accidente.
“El peso y las vibraciones de los generadores de electricidad crearon una gran presión sobre la estructura del edificio”, apuntó.
La víspera la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instó a Bangladesh a tomar medidas de seguridad y protección en sus industrias, ya que la tragedia puso al descubierto las precarias condiciones de trabajo de la industria textil en la nación surasiática, de la que se benefician las grandes empresas transnacionales de la moda de bajo costo.
Según la Federación Nacional de Trabajadores Textiles de Bangladesh, en los últimos 15 años los accidentes ocurridos en el sector, principalmente incendios y derrumbes, han dejado un saldo de alrededor de 600 muertos y tres mil heridos.