La Asamblea Nacional francesa iniciará este martes un debate acerca del eventual aumento de impuestos a los restaurantes, una de las ramas más importantes del sector de los servicios beneficiada con exoneraciones fiscales durante el anterior gobierno.
El diputado Jérôme Thévenoud, del Partido Socialista, presentará en la Cámara baja un informe sobre la situación en esta área, donde recomienda aplicar un alza del Impuesto al Valor Agregado (TVA, por sus siglas en francés) de entre cinco y siete puntos.
La administración del expresidente Nicolás Sarkozy rebajó en 2008 el TVA a los restaurantes del 19,6 hasta el 5,5 por ciento, si bien en 2011 con la imposición de un programa de rigor presupuestario la tasa subió a siete puntos.
Con los fondos obtenidos gracias a este beneficio, los empresarios asumieron una serie de compromisos, entre los que figuran incrementar el empleo, rebajar los precios al consumidor y reinvertir para mejorar las instalaciones.
Según el informe de Thévenoud, estas obligaciones solo se cumplieron de manera parcial y en muchos casos una parte de la exoneración fue a parar a las ganancias de las empresas.
Como ejemplo cita el caso de la corporación estadounidense McDonald´s que logró ingresos extras por 155 millones de euros con la reducción del TVA, pero solo reinvirtió 136.
Es decir, señala el documento, que 19 millones de fondos públicos fueron a parar a las cuentas de la firma.
Por su parte los empresarios de esa área advierten que el incremento fiscal causará una ola de cierres en pequeños y medianos establecimientos y aumentará la tasa de desempleo en el país.
En la actualidad el servicio de restaurantes ocupa alrededor de 650 mil asalariados y al menos 100 mil puestos podrían desaparecer con el nuevo TVA.
Para neutralizar este riesgo el informe Thévenoud prevé la implementación de un programa de subvenciones estatales para los sitios que ocupen menos de 20 empleados.
Francia aplica cuatro tarifas diferentes para el Impuesto al Valor Agregado, una normal de 19,6 por ciento para casi todos los productos y servicios; así como una intermedia, de siete unidades, para restaurantes, pesca y madera de calefacción, entre otras.
También se cobra una tasa reducida de 5,5 puntos para alimentos de primera necesidad, algunos aparatos médicos y libros y, finalmente, la tarifa excepcional de 2,1 para medicinas consideradas vitales, periódicos y primeras presentaciones de obras teatrales, líricas o musicales.