Luego del calvario sufrido durante las últimas siete semanas, con dos operaciones y un sin número de visitas al fisioterapeuta, vuelve Bradley Smith a la competición y es que el piloto del Monster Yamaha Tech3 está habilitado para correr este fin de semana en el Twin Ring de Motegi, de cara al Gran Premio de MotoGP de Japón.
El piloto británico, que el próximo año se marchará a la debutante KTM, manifestó sentirse emocionado por volver a subirse a la Yamaha, pero aseguró que “ha sido un reto de siete semanas”.
“He trabajado todos los días que han sido posible. No hay mucho que hacer cuando no hay motocicletas alrededor”, admitió el británico en declaraciones que recoge el sitio crash.net.
Smith señaló que pese a no estar al 100% “lo bueno estar de vuelta con el equipo y ver caras conocidas”. Sobre su maltrecha rodilla, recordó que fue bastante duro y difícil el periodo de su recuperación ya que tuvo daños graves en los ligamentos de la rodilla, tras su accidente en la previa a la válida del Campeonato Mundial de Resistencia FIM en Oschersleben.
“La primera operación fue justo el día siguiente del accidente y fue para cerrar una herida profunda en mi rodilla y reparar el ligamento”, contó el inglés, quien además detalló que la segunda intervención quirúrgica se ejecutó para para reconstruir los otros ligamentos, ya que “había una gran cantidad de daños”.
“Estoy mejorando día a día, aunque aún no estoy donde me gustaría, pero sé que mi corazón y mi cabeza están listos para competir al 100 por ciento”, concluyó.