Columna Correo de los derechos|Escuela de las Américas: escuela de asesinos (Opinión)

La School of the Americas (SOA), operada por el Ejército de Estados Unidos, fue fundada en 1946 en Panamá con el objetivo de entrenar a soldados latinoamericanos en técnicas de guerra y contrainsurgencia.

Por allí pasaron durante todas estas décadas más de 70 mil oficiales militares o policiales, muchos de los cuales resultaron ser terribles violadores de los derechos humanos en sus propios países. Chile, Guatemala, Argentina, Perú, Uruguay, Nicaragua, El Salvador, México, Honduras, Venezuela, entre otros, han sufrido las consecuencias de esta nefasta “escuela”.

En 1984 la SOA fue traslada al estado de Georgia (EEUU) y denominada como Instituto de Cooperación y Seguridad de Hemisferio Occidental (Whinsec). Así se mudaba «la base más grande para la desestabilización en América Latina», como la definiera el presidente panameño Jorge Illueca. La prensa panameña la apodó con razón «La Escuela de Asesinos.»

Cientos de miles de latinoamericanos han sido torturados, violados, asesinados, desaparecidos, masacrados y obligados a refugiarse por soldados y oficiales entrenados en esa academia militar. En 1996, la prensa estadounidense dio a conocer los “Manuales de Entrenamiento” de la SOA, que aconsejaban «…aplicar torturas, chantaje, extorsión y pago de recompensa por enemigos muertos».

En abril de 2002, algunos de los “egresados” de la Escuela de las Américas lideraron el fallido golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez. El presidente venezolano, anunciaría en marzo del 2004 el retiro formal de Venezuela de la SOA. Para el comandante Chávez, el retiro de Venezuela de la escuela militar mostraba «un deseo de que vivamos juntos en paz, y para que haya paz tiene que haber justicia».

Hoy, desde la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), obra creada por el presidente Chávez y la Revolución Bolivariana para promover una nueva doctrina y práctica de la seguridad en Venezuela, se impulsa una campaña nacional de solidaridad y compromiso con los movimientos continentales que abogan por el cierre definitivo de la Escuela de las Américas.

Desde la tierra de Bolívar decimos ¡Nunca más escuelas de asesinos! La premisa debe ser defender, proteger y servir a nuestros pueblos, sin injerencias imperiales ni doctrinas criminales. Otra concepción de la seguridad se comienza a gestar en estas tierras del Sur.

pabloefb@yahoo.com
T/ Pablo Fernández B.