El Gobierno palestino condenó hoy la decisión de Israel de construir 500 nuevas viviendas en asentamientos de Cisjordania, región ocupada por Israel.
La zona permanece en máxima alerta luego de la muerte violenta de una familia de colonos judíos.
Ante los hechos, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, y el primer ministro, Salam Fayyad, repudiaron el asesinato de cinco israelíes en el asentamiento de Itamar.
El portavoz del mandatario palestino, Nabil Abu Rdeina, valoró de «inaceptable y erróneo» el anuncio de la construcción de las viviendas y advirtió que las conversaciones de paz no pueden reanudarse hasta que Tel Aviv deje de construir los asentamientos ilegales.
Rdeina también destacó las repercusiones negativas que tiene la que definió como colonización judía para la estabilidad en la zona «podría arruinar todo, y llevaría a problemas incontrolables».
Por su lado, el jefe negociador palestino, Saeb Erakat, afirmó que «la ANP condena enérgicamente la decisión del gobierno israelí de acelerar la construcción de viviendas en las colonias«.