Las autoridades del estado de Australia Occidental se negaron a propiciar una matanza de tiburones blancos de más de tres metros, ante una solicitud de grupos de surfistas, uno de los cuales murió atacado por un escualo en la localidad de Gracetown.
En la información, divulgada por la agencia APP, se precisó que el jefe de Gobierno de ese estado, Colin Barnett argumentó que esa especie está en peligro de extinción y además, no hay precisiones del trágico accidente ocurrido a Chris Boyd y que aún se investiga.
De acuerdo con el Ministerio del Ambiente de Australia, en las costas de la llamada isla continente hay menos de 10 mil escualos de ese tipo, cazados de manera indiscriminada e incorporados a la lista internacional de especies en peligro de extinción en 1990.
Otros datos oficiales especificaron que en más de 10 años solamente ocurrieron tres ataques de tiburones en la región, de los cuales no existen precisiones sobre la especie de escualo involucrada.