El presidente canario, Paulino Rivero, reaccionó este jueves ácidamente a la autorización del gobierno español de aprobar a la empresa Repsol iniciar sondeos de hidrocarburos en aguas de esa comunidad autónoma.
Rivero afirmó que Madrid da a la región un trato colonial caracterizado por desprecio y desatención hacia las Islas y criticó en particular al ministro de Industria, Energía y Turismo, Manuel Soria, a quien calificó de instigador del clima de crispación existente.
Según su criterio, expresado en rueda de prensa, Soria está sembrando tempestades en las relaciones de la sociedad canaria con el Gobierno de España.
Al aludir a declaraciones del Ministro, quien prometió ingresos para la región si se encuentran hidrocarburos, Rivero aseguró que Canarias no está en venta y reclamó al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tomar medidas ante lo que calificó de divorcio con Madrid.
También los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, islas frente a las cuales se realizarán las prospecciones, ratificaron la oposición a los sondeos.
Tanto autoridades canarias como organizaciones ecologistas anunciaron que recurrirán ante los tribunales la autorización para realizar los trabajos a distancias de 50 y 55 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura.
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF consideran que el proceso de autorización fue irregular y no tuvo en cuenta información científica crucial sobre valores naturales del área.
Igualmente estiman que no se abordó en toda su dimensión la amenaza de un derrame para sectores de importancia social y económica como la pesca o el turismo, muy dependientes de la calidad de las aguas y costas.