El abogado Humberto de la Calle aseguró este miércoles que una vez resuelto el impasse en los diálogos pacifistas, el Gobierno colombiano y las FARC-EP buscarán agilizar las conversaciones en Cuba para finalizar el largo conflicto interno.
El jefe de los voceros gubernamentales en dichas pláticas confirmó que tan pronto como sea posible el grupo presidido por el comandante guerrillero Iván Márquez, su par en la mesa de concertación, viajará a La Habana cumpliendo las medidas de seguridad habituales.
Posteriormente -dijo- ambos equipos de negociadores sostendrán allá una reunión para trazar una suerte de hoja de ruta o metodología que les permita impulsar al máximo las gestiones encaminadas a conseguir un acuerdo conclusivo, ojalá el 23 de marzo, añadió.
Según De la Calle el segundo punto del encuentro será ajustar los protocolos para las visitas a Colombia de portavoces de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), a partir del convencimiento de su importancia.
Desde 2012 representantes del Ejecutivo y de ese movimiento rebelde conversan en la capital cubana con el objetivo de hallar una salida política a la guerra, que ha dejado unos 300 mil muertos en el transcurso de más de medio siglo.
A fin de socializar con las tropas los consensos obtenidos y comprometerlas a su cumplimiento, los enviados de las FARC-EP a las citas de Cuba han regresado en varias oportunidades a territorio colombiano.
El último viaje de los líderes insurgentes generó tensión entre las partes pues el Gobierno consideró que violaron las normas establecidas debido a la presencia de civiles junto a actores armados, en tanto la agrupación calificó de injustificada la polémica y negó transgresiones a las reglas pactadas.
Es conveniente que las FARC-EP puedan hacer su tarea pedagógica rigurosamente dentro de los protocolos que se acuerden, insistió el también exvicepresidente.
En sus declaraciones De la Calle agradeció los buenos oficios de los países garantes del proceso pacificador (Cuba y Noruega) para limar asperezas y dar por resuelto el desacuerdo.