Por Fernando Bossi|Sobre lo popular (Opinión)

La cultura dominante es aquella que imponen las clases dominantes a toda la sociedad. Y conscientes, las clases dominantes, que la sociedad se divide en clases, generan y reproducen una cultura popular acorde a sus intereses concretos. Para el pueblo entonces, se estimula una cultura impregnada de falsos valores, banal, frívola, narcotizante.

Lamentablemente muchos militantes de izquierda se confunden cuando de cultura popular se habla y consideran que todas las expresiones provenientes del pueblo deben de ser tomadas acríticamente, como “cosa buena”. Así es que aparecen voces defendiendo o justificando, de una u otra manera, el alcoholismo, el machismo, la indisciplina, la “viveza criolla”, la flojera… ¡Y todo a nombre de nuestra “cultura caribeña”! Con el remate, siempre lapidario, de “¡los venezolanos somos así!”.

Para poner solo un ejemplo mencionaré el de la cantidad de cerveza consumida en cada uno de nuestros actos, donde estamos, precisamente, los revolucionarios. ¿Esa es nuestra cultura popular revolucionaria, o eso es producto de la cultura popular impuesta desde arriba? ¿Hay censura al respecto por parte de nuestros dirigentes? Solo el comandante Hugo Chávez supo regañar esa conducta tan reñida con los principios de la sociabilidad.

Por eso el Comandante siempre insistía en rescatar, citando a Augusto Mijares, “lo afirmativo de la venezolanidad”. “Sí, lo digo, el socialismo es la forma de llevar a su plenitud lo afirmativo venezolano, lo positivo venezolano, la venezolanidad en su máxima expresión. Seamos venezolanas y venezolanos en toda su dimensión”.

Toda cultura popular, decía Lenin, conlleva en su seno elementos democráticos y revolucionarios. Nuestra cultura popular no es una excepción, al contrario, recoge un bagaje inmenso de expresiones que van desde la impugnación al orden opresor hasta prematuras demostraciones de praxis socialistas.

Pero esta verdadera cultura popular (la que nos sirve realmente como pueblo consciente que marcha hacia una sociedad justa e igualitaria), convive con la otra “cultura popular”, la impuesta al conjunto de la sociedad por las clases dominantes. Saber despejar la paja del trigo es una tarea fundamental para todo revolucionario.

fernando.bossi.rojas@gmail.com