Por Kenny García Ortega|El aviador (Opinión)

Audaces fortuna juvat reza el escudo de la Academia Militar de la Aviación Bolivariana, frase que traducida del latín nos expresa “La fortuna favorece a los audaces” y que cae como anillo al dedo para describir la vida de quien considero como un segundo padre.

Recuerdo que al conocerlo, hace más de 15 años, sentía temor por el hecho de ser un piloto militar que voló aviones caza y yo osaba cortejar a su hija menor, a su consentida. El tiempo me fue demostrando que era rígido e indoblegable respecto a los principios y valores que deben marcar la vida de los hombres buenos: la honestidad, la humildad y la solidaridad. Siempre echábamos broma conque se iría de este mundo sin tener siquiera una camioneta y así fue, a pesar de haber ocupado posiciones en las que hubiese sido fácil obtener mucho más que eso.

Refranes y dichos fusionados con humor nunca hicieron falta sin importar lo adverso de la circunstancia. Creo que una de sus mayores virtudes era tener una memoria clásica que no apela a googlear algo para recordarlo como lo hacemos las generaciones de hoy. Agudo y crítico siempre ante las circunstancias políticas, lucía una disposición al cambio que muchos “revolucionarios” de hoy quisieran poseer. No se quedaba en lo viejo, siempre escuchaba, siempre buscaba comprender al otro. Empatía antes que condena, entendimiento antes que señalamiento.

Gran lector y conocedeor de la historia a quien debía apelar frecuentemente como si fuese un comodín que me permitiera seleccionar la respuesta correcta ante la duda surgida por alguna anécdota de nuestra Independencia. Cómo escribir y dirigirme a un superior jerárquico a través de una misiva, lección súper útil que jamás olvidaré y que siempre me hará recordarlo. “Hay que ser claros y concisos, se pueden decir muchas cosas y expresar una idea concreta en apenas dos líneas”, me dijo.

Pero lo más significativo fue el amor, el cariño, la dedicación y desprendimiento que tuvo hacia sus seres queridos. Gozó un puyero con sus nietecitos, sobre todo con los recientemente nacidos porque exigían de él todas sus capacidades como abuelo. Era verlo con felicidad plena al darles amor, siempre nos dió amor y eso es lo que más le agradezco. Gracias Mayor (AV) Rodrigo Antonio Pérez Pérez por tanto amor, sé que ya desplegó sus alas amorosas y vuela por todo lo alto siendo el paladín del espacio soberano de nuestras dichosas vidas por tenerlo a Usted.

@CyberRevol

este testimonio de un hgombre de gran valia,me inspira a decir LA FAMA PERSIGUE AL HOMBRE COMO LA SOMBRA AL CUERPO,POR ESO ELLOS NUNCA MUEREN, PORQUE SIEMPRE VIVEN EN LA ETERNIDAD DE NUESTROS PENSAMIENTOS