Marie Snow y su amiga Cori Gunnels sabían que tropezaron con algo siniestro el pasado noviembre, cuando vieron lo que parecían ser “gotas de lluvia” de 50 a 60 pies de largo, «sólidas» en naturaleza, cayendo del cielo en racimos, luego que tres aviones militares, incluyendo un C-130, sobrevolaron la zona minutos antes, a una altitud de unos 5.000 a 8.000 pies.
Snow y Gunnels, de Phoenix, Arizona, decidieron recoger muestras del material fibroso que fue botado desde los tres aviones militares ese día, guardando las muestras para hacerles pruebas.
Pronto después, Snow, determinada a saber la verdad, contactó a la estación local de noticias KPHO CBS 5, invitándola a investigar su descubrimiento fibroso.
En pocos días CBS 5 envió al periodista Greg Argos para investigar las muestras fibrosas que recogió Snow del terreno y de cercas próximas, señalando también su testimonio ocular de los tres aviones militares que sobrevolaron ese día.
Según el video de Argos, publicado el 18 de noviembre por CBS 5, muestras de las fibras inusuales, que son “más gruesas” que la tela de araña y “muy fuertes”, fueron llevadas al Laboratorio de Ciencia Forense de la Universidad Grand Canyon para las pruebas donde una mujer llamada “Melissa Beddow” probó las muestras con “40 veces de aumento”.
Como se informó en el video de Argos, Beddow afirmó que las muestras fibrosas eran probablemente «gasa biodegradable» de “fincas ganaderas cercanas”, formadas por “una mezcla de trigo, gluten, harina y bacitracina, un antibiótico” en lo que CBS 5 promocionó como una “historia verdadera”.
Sin embargo, después de que el video se transmitió por televisión, Snow y otras personas se mostraron escépticas de los resultados de Argos. Snow fue poco después alentada por el activista Al DiCicco, que aparece en el documental «Shade the Motion Picture» (una película sobre programas de pruebas de armas biológicas encubiertas y siniestras) para contactar a Intellihub News y obtener pruebas independientes de las muestras realizadas por un laboratorio respetable. Y eso es justo lo que hizo Marie Snow.
Las muestras fueron enviadas a un laboratorio ubicado en Redding, California, y concluyeron que las muestras resultaron positivas en tres analitos de metal, «aluminio», «bario» y «estroncio», tres sustancias, comúnmente conocidas por los investigadores, que se encuentran en las estelas persistentes, es decir, las estelas químicas y/o geoingeniería, y operaciones de terraformación como ha señalado la investigadora y activista, Rosalind Peterson, del Frente de Defensa de la Agricultura, en el documental Shade the Motion Picture.
Acoplando los hallazgos científicos del laboratorio de Redding, con el testimonio ocular de Marie Snow de los tres aviones militares sobrevolando, el material fibroso recogido, y otra investigación de vanguardia señalada en el documental, ahora debemos responsabilizar al canal de noticias por no informar la evidencia científica real y los resultados relacionados a las estelas persistentes de aviones, estelas químicas, geoingeniería o terraformación de nuestra atmósfera planetaria.
De hecho científicos, probablemente no creíbles, Bill Gates y otros afirman ahora que se necesita la geoingeniería para bloquear la radiación solar, para evitar el «calentamiento global».
Aunque algunos, como el Dr. Matthew Watson, de la Universidad de Bristol, dicen que la nube de la Gerencia de Radiación Solar (SRM por sus siglas en inglés) podría tener consecuencias «profundamente aterradoras» posiblemente causando sequía extrema o lluvia severa, clima conflictivo, en regiones opuestas del globo no típico de la localidad.
“Algunas de las técnicas también podrían dañar la capa de ozono, dejando a la gente en riesgo de cáncer de piel, o potencialmente desencadenar conflictos en medio de tensiones entre los afectados por su despliegue, dijeron los científicos”, según informó el diario británico The Telegraph en el artículo Seis maneras radicales para enfrentar el calentamiento global.
Pero quizás aún más irritante es el hecho de que estas pruebas biológicas, químicas y en algunos casos radiológicas, todas han sido aprobadas para ser conducidas en el público general, en cualquier momento, por el gobierno de Estados Unidos o el ejército, bajo una ley pública.