Estados Unidos afirma que el número de menores indocumentados intentando entrar al país a través de la frontera sur ha disminuido en los últimos dos meses.
No obstante, el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, advirtió que la ola de niños tratando de inmigrar sin papeles se reanudaría una vez finalizara el verano en el hemisferio norte y las temperaturas del desierto en la frontera con México bajaran.
Alrededor de 60.000 niños y adolescentes, la mayoría provenientes de América Central, han llegado sin compañía adulta hasta la frontera méxico-estadounidense, desde octubre.
Los líderes regionales culpan la pobreza y la violencia pandillera del problema.