Monseñor Henry Padilla dijo que se inició un tiempo de cercanía y perdón|Bajada del Nazareno de San Pablo invita a la misericordia

“Bajar el Nazareno desde su nicho para un lugar mucho más cercano a la vista de los fieles, es como hacer sentir en nosotros la cercanía de la misericordia de Dios, expresada en la entrega de su hijo Jesucristo en la cruz que muere para salvarnos”.

Así explicó monseñor Henry Padilla el significado de la bajada del Nazareno de San Pablo que ocurrió en la Basílica de Santa Teresa, en Caracas.

Con este evento se abrió en este templo el Año Santo Extraordinario de la Misericordia, decretado por el Papa Francisco.

Esta figura que calificó como “sumamente importante y central en nuestra vida piadosa” permanecerá cerca del presbiterio y de los feligreses durante todo el año 2016.

LA MISERICORDIA DEL PADRE

Monseñor Henry Padilla, párroco de la Basílica de Santa Teresa, explicó “que la misericordia de Dios es entendida como el gran amor que nos nuestra el Padre, más allá de su justicia”

Si es por justicia, apuntó, a cada uno le correspondería lo que se merece. “Entonces estaríamos embromados”, expresó.

Por eso Jesucristo “nos presenta el rostro misericordioso de Dios que va más allá de su justicia y en donde blande propiamente su amor y su voluntad de hacernos salvos a todos los que entremos por la puerta. De ahí la puerta santa”.

Jesucristo es la puerta “que nos conduce al Padre”, por lo que el año santo, con la apertura de la puerta santa, “es como hacer físico, es como hacer tangible esta misericordia del Padre que nos deja entrar, a través de Jesucristo que es la puerta, y es el único camino que nos conduce al Padre”.

Durante el año santo el Papa Francisco nos invita a ser misericordiosos con el prójimo.

Monseñor señaló que este es un tiempo que han anhelado los venezolanos, “un tiempo de cercanía, de verdadero perdón, de verdadera fraternidad, de verdadera aceptación, de verdadera paz a través de esa alianza de persona a persona”.

En una conversación con el Correo del Orinoco manifestó que necesitamos del calor humano para ser equilibrados.

“Una persona que odia, que divida no es una persona feliz y muchas veces nos enredamos en esa corona de separarnos, de odiarnos y execrarnos. No podemos encadenarnos de esta forma.

Por lo que la cercanía del Nazareno nos dice “yo vengo a romper las cadenas de lo que te hace infeliz para que me encuentres a mi, que soy la felicidad que el Padre quiere comunicarte”.

LA HUMILDAD DEL NAZARENO

Leonardo Micó Mota, presidente de la Sociedad de Cargadores del Nazareno de San Pablo, contó que es la primera vez que el Nazareno permanecerá abajo, cercano a los feligreses.

Durante 45 años ha integrado la cofradía, compuesta por 150 cargadores.

“Quisiera que esto (la bajada del Nazareno) se convirtiera en una tradición para Caracas, al igual que ocurre con la Virgen de Chiquinquirá en Maracaibo y la Virgen del Valle en Margarita. Necesitamos que el pueblo se acerque a Dios, porque Dios nunca se ha separado de nosotros. Bajar al Nazareno es para que veamos su humildad”, declaró.

El padre Robin Zambrano, vicario parroquial de la basílica, expresó su alegría porque con la bajada del Nazareno se renueva la fe en Jesucristo.

“Nos compromete a poner en práctica las obras de misericordia, a lo largo de todo este año santo, a amarnos y a respetarnos como hermanos, a perdonarnos y a reconciliarnos”, manifestó.

T/ Janet Queffelec Padrón
F/ Roberto Gil