Conformada por entidades financieras del Estado y privados, la Banca nacional, como en todo país, en estrecha colaboración, es el centro de la economía nacional. Muchos dicen que si la Banca marcha bien así va el país; otros que la acumulación de dinero efectivo en el público le permite cantidades anormales de depósitos, con lo cual la economía sufre una inflación provocada que debe ser corregida por el encaje legal, que ajusta el Banco Central, de modo que el crecimiento de los mismos sea recogido por el propio Estado para su inversión futura. En esta situación la Banca invierte en créditos a sus usuarios que representa la actividad productiva del país, haciéndose mas costoso su sistema operativo, que representa el ajuste del interés activo de la misma. Juega parte importante en este sentido la leal competencia entre sí y la confianza de sus acreedores. Otros, en franca minoría, sugieren que la privada debe ser estatizada, sin tomarse en cuenta el tremendo daño que se causaría a amplios sectores de la economía del país.
En Venezuela la Banca nacional ha atravesado a lo largo del tiempo por distintas etapas que han marcado la seriedad de muchos bancos, como la corrupción en otros.
Se recuerda lo sucedido en 1992, la quiebra del Latino y muchos otros, con consecuencia fatal de imagen, afortunadamente salvada por muchos bancos serios, asistiendo a miles de usuarios con graves dificultades.
Otra que se originó a mitad de la primera década del Gobierno actual, cuando varios conocidos banqueros liquidaron activos bancarios, siendo el presidente Hugo Chávez Frías, quien salió al rescate de los seriamente perjudicados. En la historia bancaria no se conoce de gesto similar alguno hacia la inocencia en el momento de miles de depositantes.
Sin embargo, ambos desagradables momentos en el país, trajo consigo la limpieza total de banqueros corruptos.
Hoy la Banca nacional es ejemplo de capital humano de excelencia con clara visión del servicio bancario y buena directriz económica y supervisión de Sudeban, con honestos hombres de negocio, del Estado y privados, que claramente han sabido sembrar confianza en millones de usuarios a lo ancho del país. Han sabido cuidar la solvencia patrimonial. La Banca nacional es una de las mejor reconocidas en Latinoamérica. ¡Señor, bendice nuestra bella Venezuela!