Nuestras raíces, de Fernardo Bossi|Batalla de Mata de la Miel (Opinión)

Desde el primer momento en que estalló la Revolución, el barinés Manuel Antonio Pulido adhirió a la junta patriótica de gobierno, asumiendo, entre otras tareas asignadas por los patriotas, la organización de sus peones y esclavos como combatientes.

José Antonio Páez que había trabajado como peón en una de sus haciendas, “El Pagüey”, acudió al llamado de su antiguo jefe, quien le asignó un grupo de hombres para que los comande.

Entre los primeros combates en los que Páez interviene se destacan el de las Matas Guerrereñas, los Estanques, la toma de Guasdualito y la batalla del Banco de Chire. José Tomás Boves había muerto en la Batalla de Urica, y los llaneros que lo seguían comenzaron a abandonar las filas realistas para sumarse a las tropas comandadas por Páez.

Pero fue el 16 de febrero de 1816, en la batalla de Mata de la Miel, cuando Páez adquirió su fama de caudillo indiscutible de los llaneros.

Con solo 500 de sus hombres, el Centauro de los Llanos enfrentó a las tropas del coronel Francisco López, que lo triplicaba en fuerzas. El ejército español sufrió la derrota ante la carga incontenible de los lanceros. Más de 400 españoles fueron muertos, 500 hechos prisioneros y 3.345 caballos pasaron a manos de los patriotas, más una importante cantidad de lanzas y fusiles. Páez fue ascendido a Teniente Coronel.

En su Autobiografía, Páez cuenta que en un momento de descuido se acercó demasiado al enemigo, y un disparo le mató a su caballo. Uno de los suyos lo rescató y se dirigió a sus tropas haciendo la siguiente arenga: “Compañeros, me han matado mi buen caballo, y si ustedes no están resueltos a vengar ahora mismo su muerte, yo me lanzaré solo a perecer entre las filas enemigas”. La respuesta fue unánime y la carga de los llaneros fatal para el ejército colonialista.

Era el Páez revolucionario, que comenzaba, junto a sus tropas llaneras, una etapa de gloria… Tristemente, años después, su alineamiento con la oligarquía lo ubicaría en el sepulcro de los traidores.

fernando.bossi.rojas@gmail.com
Caracas

Tenemos que encontrar en nosotros las verdaderas motivaciones que nos impulsan para el logro de nuestros objetivos, a corto y mediano plazo. ganamos batallas, pero al final perdimos la guerra, por no reconocer al verdadero enemigo: la injusticia, el egoismo y la mezquindad….