La acción fortalece la estrategia integracionista de Bolívar al liberar el oriente de la Nueva Granada y el occidente de Venezuela
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La batalla del Lago de Maracaibo permite el control de occidente por parte de los patriotas, que a los patriotas le había costado mucho alcanzar, siendo esa zona del país refugio de los últimos reductos de tropas españolas y última zona del territorio en liberarse.
Así lo manifestó el historiador e investigador Pedro Rodríguez Rojas, profesor de la Universidad Simón Rodríguez en Barquisimeto, quien destacó la admirable estrategia del almirante José Prudencio Padilla, cumplida impecablemente por la Armada independentista para lograr la derrota contundente del adversario español, que se vio obligado a capitular.
-Este hecho bélico permite también a nuestra historia conocer el talento y heroísmo de hombres como el general patriota José Reyes González, conocido como “El Cojo” a Francisco Esteban Gómez y otros patriotas poco mencionados.
“Lo más importante es que la contundente derrota realista fortalece la estrategia integracionista de Bolívar al liberar el oriente de la Nueva Granada y el occidente de Venezuela”.
CONTEXTO HISTÓRICO
Se acostumbra decir que fue el 24 de julio de 1821 cuando nos liberamos de la dominación española, más en realidad nuestra liberación es un proceso muy largo y complejo y hay historiadores partidarios de que no termina hasta 1844, cuando por fin los españoles asumen que Venezuela es un país libre y soberano –sostuvo el historiador.
-Tuvieron que pasar 31 años para que la corona española lo aceptara y debemos saber también, que el proceso de independencia, que para algunos historiadores comenzó en 1810, para otros no es así, porque sería desconocer el papel de los indígenas y su brava resistencia y la rebeldía de los africanos.
Para ilustrar esta afirmación, dijo que la independencia no culmina en Carabobo ya que, una vez derrotada allí, la fuerza militar española conservó unos 3.000 hombres con los cuales se dirige hacia el occidente, zona donde se ubican, entre otras ciudades importantes, Coro, Trujillo y Maracaibo.
También se hallaba bajo control de los realistas la parte nororiental de la Nueva Granada: Rio Hacha y Santa Marta -especificó.
Comentó el profesor Rodríguez Rojas: “No es menos cierto que después de 1819 cuando con el Congreso de Angostura, se constituye la Tercera República, se aprueba la Campaña del Sur, y el ejército comandado por Bolívar se concentra en la liberación de la Nueva Granada, Quito y Guayaquil, y hasta más allá: Perú y el Alto Perú, o lo que es actualmente Bolivia”.
-Es una campaña que dura desde 1819 hasta 1826, cuando se da el Congreso de Panamá con el propósito de lograr una confederación de países latinoamericanos, que lamentablemente fracasa.
“Mientras tanto Francisco Tomás Morales, era el último Capitán General de España en Venezuela, controlaba Maracaibo y Trujillo y con el ejército que venía de la derrota en Carabobo mantenía asediada a Coro, logrando controlarla y en 1822”.
Precisó que el 8 de mayo de 1823 el general José Reyes González, comandando una tropa integrada por reclutas que poco sabían de guerra, ataca a Morales y lo derrota sacándolo de Coro, logrando pasar nuevamente esta importante ciudad a manos de los patriotas.
LA BATALLA
Relató que una vez pasada Coro a control patriota, Reyes González llama a Mariano Montilla, General de la Armada de Venezuela y la Gran Colombia y al almirante Josè Prudencio Padilla, a fin de atacar a Maracaibo por el Lago.
-Padilla, nacido en Maracaibo y por tanto conocedor del lago, es avisado para que dirija las acciones. Llega por Gibraltar, sur del Lago de Maracaibo, pero decide no atacar.
“El almirante republicano apertrecha, abastece, entrena y adiestra a sus combatientes, tareas para las que toma más de dos meses, al cabo de los cuales se constituye y queda lista la escuadra republicana para ganar el combate lacustre”.
El historiador declaró que la escuadra republicana dirigida por el Padilla, comandante de las operaciones sobre el Zulia y la realista mandada por el capitán de navío Ángel Laborde y Navarro, Comandante del apostadero de Puerto Cabello y segundo jefe de la armada española sobre Costa Firme se enfrentan el 24 de julio de 1823.
Afirmó que los buques republicanos avanzaron con rapidez sobre la escuadra realista que se mantuvo anclada en espera del ataque; el ala sur de la escuadra la llevaba el general Padilla y el ala norte estaba a las órdenes del capitán del navío Nicolás Joly, cortando la retirada hacia la bahía. A las 3 de la tarde, se dio comienzo al abordaje, fase con la cual se decidió la victoria para los republicanos.
– A las 3 y 45 la flota realista abrió fuego sobre las escuadras patriotas, pero la armada republicana, prosiguió avanzando sin disparar un tiro; hasta que estando cerca rompieron los fuegos de cañón y fusilería.
Como consecuencia del ataque patriota, fueron destruidos muchos buques realistas y capturados otros. Los realistas en la más angustiosa situación picaron los cables y trataron de escapar a vela; pero fracasaron en su intento, pues sus buques mayores fueron hechos prisioneros. La mayor parte de la tripulación se arrojó al agua, se descontrolan y algunos desertan o huyen a Curazao
El profesor Rodríguez Rojas subrayò que la mayoría de los historiadores coinciden en afirmar que tras 2 horas de recio combate, se decidió la acción, abriendo camino a las negociaciones con el capitán general de Venezuela, quien unos días después, el 3 de agosto siguiente, suscribió entregar el resto de los buques españoles, la plaza de Maracaibo y el castillo San Carlos.
-Morales no cumple. De nuevo huye y aunque su ejército se encuentra muy dividido y debilitado, aún pensando en la reconquista, se dirige hacia Puerto Cabello, donde trata de recuperarse para intentar tomar el centro del país nuevamente.
“Solo que el 8 de agosto de 1823, el ejército patriota, dirigido personalmente por el General Páez, que era el máximo jefe militar de Venezuela en ausencia del Ejército Libertador, que se hallaba combatiendo en el sur, lo derrota y lo expulsa definitivamente haciéndolo huir hacia Curazao y de allí hacia Cuba para definitivamente partir hacia Europa, culminando con las armas lo suscrito en el documento de capitulación originado en la batalla lacustre”.