Expertos de Japón y Estados Unidos comenzaron a inspeccionar desde este lunes el proceso de producción de las baterías del fabricante nipón Yuasa, posible causa del aterrizaje forzoso el miércoles pasado de un Boeing 787 Dreamliner.
Operada por la compañía All Nippon Airways (ANA), la aeronave requirió de una acción de emergencia en el aeropuerto Takamatsu, en el sur del archipiélago japonés, tras detectarse humo cuando sobrevolaba por la costa occidental.
Se sospecha que esa anomalía provino de una batería sobrecalentada ante el paso excesivo de electricidad.
Los funcionarios del Consejo de Seguridad de Transporte de Japón y de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, visitaron en Kioto la sede principal de la empresa GS Yuasa Corporation, a fin de observar el montaje de la batería y entrevistarse con ejecutivos de la compañía.
Con anterioridad, el Ministerio japonés de Transporte y la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, suspendieron todos los vuelos del Boeing 787 hasta aclarar las causas del problema y haya seguridad en la aeronave.
Las compañías Japan Airlines y ANA explotan siete y 17 Dreamliner, respectivamente, es decir, casi la mitad de los 50 en operación en todo el mundo.
De acuerdo con resultados preliminares, el origen de esos dos episodios se debe al mal funcionamiento de las baterías de ión litio fabricadas por Yuasa, que funcionan con un sistema de diseño del grupo francés Thales.
La corporación norteamericana Boeing apostaba con su modelo 787 o Dreamliner a poseer las aeronaves del futuro inmediato, pero estos episodios han originado un retroceso en la aspiración de la empresa con sede en Seattle.