Beatificado el Dr. José Gregorio Hernández Cisneros, el Siervo de Dios

Este viernes, ha sido beatificado el Doctor José Gregorio Hernández Cisneros, el Siervo de Dios, hecho que el pueblo católico venezolano  recibe con alegría, tras una espera de 37 años para que la iglesia católica lo aprobara al aceptar como un milagro de El Venerable la salvación de la niña Yaxury Solórzano.

La ceremonia de beatificación, que contó con un reducido número de invitados debido a la situación pandémica, se llevó a cabo en la iglesia San Juan Bautista del colegio La Salle, en Caracas, donde participó el cardenal Baltasar Porras Cardozo. Allí el religioso hizo un llamado a la paz y al entendimiento entre venezolanas y  venezolanos al tiempo que agradeció al Papa Francisco por conceder este pedido del fe del pueblo venezolano.

En el acto se descubrió una imagen del nuevo beato, en la que ya se aprecia la aureola, además se efectuó la procesión en la cual se lleva la reliquia del nuevo beato y se coloca junto al altar. La referida reliquia fue entregada por la niña Yaxury Solórzano, mientras era interpretada la pieza «José Gregorio» del compositor venezolano Renato Aguirre y orquestación de Martín Figueroa.

Por su parte, el monseñor Aldo Giordano, presente en la ceremonia, señaló que «la beatificación de José Gregorio nos sugiere que Venezuela es y será siempre tierra de gracia», según reseña la Arquidiócesis de Caracas en Twitter.

El Siervo de Dios

José Gregorio Hernández Cisneros nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, estado Trujillo, al occidente de Venezuela y falleció en 1919 en Caracas tras un accidente automovilístico a la edad de 54 años. Luego de varios intentos fallidos de ingresar la iglesia católica, debido a problemas de salud, comprendió que Dios lo llamaba a la vida laica, así emprendió la misión de ayudar a los enfermos en su fe divina.

Forjó sus estudios de medicina en la ciudad de Caracas y realizó especializaciones en París, Berlín, Madrid y Nueva York. En su afán por ayudar a los más necesitados les ofreció consultas médicas gratuitas que además incluían las medicinas lo cual le aportaba la satisfacción de haber servido al prójimo.

T/CO
F/@ArquiCaracas