La oportunidad se la dio Domingo Carrasquel|Tiene Guaro Edgar Carucí, uno de los mejores preparadores de pelotas del béisbol venezolano

El mejor preparador de pelotas del béisbol profesional venezolano se llama Edgar Danilo Carucí Gutiérrez y vive en la carrera 30 entre calles 42 y 43 de Barquisimeto, capital del estado Lara, en la región centro-occidental del país.

Esta ciudad es la sede del Cardenales de Lara y su «nido» es el estadio de béisbol Antonio Herrera Gutiérrez, lugar en el que tiene 52 años trabajando este personaje delgado, sonriente y de 78 años primaveras, como le gusta decir su edad a Carucí.

Esa idea de que es uno de los mejores preparadores de pelotas del béisbol profesional venezolano lo sostienen algunos peloteros, árbitros y otros conocedores del béisbol venezolano.

«Componer pelotas no es cualquier cosa, menos la cantidad de bolas que hay que preparar para cada partido, un promedio de 172», aseveró Carucí con su gorra roja y su camisa del Cardenales de Lara.

Explicó que las pelotas traen un polvo de fábrica y ese polvo «hay que sacárselo bien, quitarle todo el brillo y hacerle un logro de arcilla (frote especial) para que los lanzadores tengan un buen agarre de la pelota y no les resbale de las manos».

«No todos sirven para hacer este trabajo, hay que tener mucha paciencia y dedicación», indicó Carucí, que nació en Barquisimeto, en 1938, tres años antes de que se fundara el Cardenales de Lara como club de pelota en Carora.

25 AÑOS DE LARGA ESPERA

Cuando entró a trabajar con el equipo tenía 26 años de edad. «A mí me dio la oportunidad de entrar a Cardenales Domingo Carrasquel (el mánager que le dio el primer título al equipo en la temporada 1990-1991), que Dios me lo tenga en su santa gloria», agregó Carucí sobre Carrasquel, quien murió este año, el 14 de septiembre.

Recordó que lo conoció en una estación de gasolina de la ciudad, donde el ex-mánager y ex-pelotero de la dinastía venezolana de los Carrasquel, echaba siempre combustible y se hicieron muy buenos amigos.

«El Antonio Herrera Oropeza (el estadio del Cardenales de Lara) no existía, se jugaba en el Daniel «Chino» Canónico», recordó el hombre delgado, que tiene 4 hijos, 3 varones y una hembra, también nietos.

Dijo que como preparador de pelotas tiene más de 15 años, antes fue recoge bates y recoge pelotas, también trabajó de muchacho de oficina, llevando y trayendo sobres, haciendo diligencias administrativas para el equipo.

Resaltó que su máxima satisfacción en sus 52 años laborando con Cardenales fue el primer título del equipo en la temporada 1990-1991. «Fue una larga espera de 25 años», dijo.

«Siempre éramos segundo, de Tigres, de Águilas, de Magallanes, de Leones, hasta que conseguimos aquel añorado campeonato, que lo celebramos como cuando se toca la gloria», recordó con los ojos chiquitos de emoción.

Fuente/AVN
Foto/Archivo

Guardar