Colectivo La araña feminista|Bella hasta la muerte (Opinión)

“Bella hasta la muerte” parece ser una consigna de muchas mujeres. El 10 de abril nos enteramos de una nueva víctima de la belleza impuesta por el patriarcado. Ideología que desde hace 62 años tiene uno de sus principales aparatos de propaganda en el concurso Miss Venezuela.

Anaís Osorio, una joven de 25 años, actriz de comedia y estudiante de Comunicación Social murió por un infarto asociado al estrés físico que le provocó una dieta extrema. Anaís había perdido 30 kilos para poder ser precandidata en el concurso Miss Venezuela, aparentemente para estar a la altura del certamen y de la idea de belleza venezolana que tiene Osmel Sousa se había sometido también a procedimientos estéticos quirúrgicos, todo esto con una condición cardiaca de nacimiento.

Anaís no es la primera víctima del modelo de belleza impuesto, en nuestro país se cuentan por miles. Porque no son solo víctimas las mujeres que pierden la vida, sino también mujeres que luego de intervenciones estéticas invasivas quedan con discapacidades físicas o con padecimientos crónicos.

Para darnos una idea: más de 4 mil venezolanas son víctimas de los implantes PIP, prótesis de senos que podrían a mediano plazo causarles cáncer. Se dice que más de 50 mil personas en nuestro país tienen en su cuerpo biopolímeros, plástico líquido que tiende a migrar por el cuerpo y causar dolorosas afecciones que pueden llevan a sus portadoras hasta la muerte.

Estas miles de personas que ponen su vida en riesgo son víctimas de conductas modeladoras que les dicen desde la infancia y por todos los medios que para ser feliz, exitosa en el trabajo y en la familia hay que ser bellas y bellas como en los anuncios retocados por photoshop, bellas como las misses que antes del certamen son reconstruidas en quirófanos ¿y quien no pondría en riesgo su vida por la felicidad?

Eso es lo que nos venden en concursos como el Miss Venezuela: una felicidad que se puede comprar. Porque la belleza que nos imponen no es natural, está al alcance de la mano sí puedes invertir en ella y sí eres lo suficientemente valiente para poner en juego tu vida.

T/ Alejandra Laprea