Bergoglio «es un hombre de la reforma práctica», dijo|Benedicto XVI: El papa Francisco trajo «nueva frescura a la Iglesia»

El papa emérito Benedicto XVI reconoció que la elección del argentino Jorge Mario Bergoglio en marzo de 2013 como su sucesor lo sorprendió y negó que esto hubiese significado una ruptura.

«Quizás hay nuevos acentos, naturalmente, pero no hay contradicciones», aseguró el alemán Joseph Ratzinger en un libro de entrevistas que sale este viernes a la venta y del que se adelantan extractos los diarios germanos Bild y Süddeutsche Zeitung.

Ratzinger reconoció que «el gobierno práctico no es mi fuerte y ésto es una debilidad», pero «no logro verme como un fracasado».

En cambio destacó que Francisco «es un hombre de la reforma práctica y tiene también el ánimo para poner mano a acciones de carácter organizativo».

Una gran cualidad del papa Francisco es el cariño que tiene por la gente, explicó Benedicto: «Una nueva frescura en la Iglesia, una nueva alegría, un nuevo carisma que le llega a la gente, es algo lindo», lo elogió en las entrevistas recopiladas por el periodista alemán Peter Seewald bajo el título Letzte Gespräche («Últimas conversaciones»).

Benedicto defendió en las charlas la decisión de renunciar a la jefatura de la Iglesia católica y aseguró que no fue consecuencia de intrigas ni del llamado escándalo «Vatileaks» sobre la filtración de documentos privados de su entorno robados por su mayordomo personal.

«No se puede dimitir cuando las cosas no andan bien, sino cuando están en paz. Yo pude renunciar porque en esta situación se había restablecido la calma», sostuvo. «No se puede uno ir si es una huida (…) Sólo se puede uno ir cuando nadie lo exige».

El papa emérito destacó que no se arrepintió ni un minuto de haber tomado la decisión de dar un paso al costado. «Veo cada día que fue lo correcto».

También admitió la existencia de un grupo influyente de homosexuales en el Vaticano, el llamado «lobby gay», durante su pontificado. «Efectivamente denunciaron ante mí a un grupo que fue disuelto», dijo Benedicto. Una comisión tripartita detectó «a un grupo pequeño, de cuatro, quizás cinco personas», precisó. «No sé si se formará algo así nuevamente. De todas maneras no es que aquí estén pululando estas cosas».

El antecesor de Francisco se defendió de las críticas por haber levantado la excomunión del sacerdote negacionista del Holocausto Richard Williamson en 2009, quien vivía en aquel momento en la Argentina. Ratzinger dijo que él no había tenido la culpa, sino la comisión vaticana «Ecclesia Dei», que no lo informó. «Considero que la culpa la tiene sólo esta comisión».

El ex arzobispo de Munich (1977-1982), de 89 años, criticó también a la Iglesia de su país de la que dijo que era demasiado burocrática por su elevado número de empleados pagos y que carecía de suficiente «dinámica de la fe».

También expresó reparos hacia el sistema de financiación de la Iglesia a través del impuesto eclesiástico. «La excomunión automática de aquellos que no pagan a mí parecer no se sostiene».

El libro Últimas conversaciones es el cuarto tomo de entrevistas entre Ratzinger y el periodista Seewald. Este último comprende las charlas mantenidas poco antes y poco después de la renuncia del pontífice.

El papa emérito, de pluma prolífica, aprovechó la ocasión para anunciar que no publicará más libros. Por el contrario, dijo que está desechando algunas «reflexiones» que ha escrito periódicamente.

Texto/DPA, ANSA
Foto/Archivo