El laureado actor y productor puertorriqueño Benicio del Toro recibió anoche en Cuba un Premio Coral Honorífico, concedido por el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
El presidente del evento, Ivan Giroud, entregó el galardón durante una ceremonia en el cine Yara de esta capital, abarrotado para ver el estreno en el país de Escobar, paraíso perdido, el más reciente trabajo del intérprete.
Como en otras cintas, aquí Del Toro pone los pelos de punta a cualquiera por su convincente caracterización del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, a quien apodaban el Zar de la cocaína y a costa de un montón de ilegalidades llegó a ser uno de los hombres más ricos del mundo en la década de 1980.
Un hombre que por una parte se comportaba como amante padre, esposo e hijo, y al mismo tiempo asesinaba sin piedad a cualquiera, en función de sus intereses.
Del Toro asumió el papel con el profesionalismo que le caracteriza y la misma seriedad puesta en Sospechosos habituales, Traffic, Sin City, Snatch y Che, el argentino, filmes por los cuales ganó popularidad y numerosos premios.
Entre los lauros cosechados, cuenta con el Oscar a mejor actor de reparto, un Globo de Oro, un Goya, dos SAG (premios del Sindicato de Actores), un Bafta (siglas de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión) y el premio al mejor actor en el Festival de Cannes, Francia.
Los aplausos para el actor en el habanero cine Yara estallaron en más de una ocasión para agasajar a este boricua que aseguró literalmente tener en Cuba un familión.