El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi amenazó este lunes con una ola de protestas si se elige como sucesor del presidente de la nación, Giorgio Napolitano, a un candidato de la centroizquierda.
Seleccionar a un nuevo jefe de Estado es el siguiente paso que debe realizar la XVII legislatura del Parlamento, cuyas sesiones comenzaron el pasado viernes, tras elecciones generales que dieron la victoria a la centroizquierda de Pier Luigi Bersani, pero sin la mayoría necesaria para gobernar.
De acuerdo con el magnate de los medios de comunicación, conocido como Il Cavaliere, tras la elección de representantes de la centroizquierda al frente de las dos cámaras parlamentarias, han sugerido que el presidente de la República pueda ser de una expresión de los moderados.
Bersani rechazó esa propuesta muy razonable como si fuese algo indecente, pese a que nuestra coalición de centroderecha consiguió un 30 por ciento de los votos en los comicios, advirtió en una reunión de su partido Pueblo de la Libertad.
El sábado pasado, el candidato del centroizquierdista Partido Democrático, Piero Grasso, fue elegido presidente del Senado al imponerse ante su rival de la coalición centroderecha, Renato Schifani.
De ese modo, Grasso ocupará la dirección de una instancia parlamentaria en la cual la centroizquierda no alcanzó los escaños necesarios para formar un Ejecutivo, y deberá pactar con otra formación.
En el caso de la Cámara de Diputados, fue elegida como presidenta Laura Boldrini, miembro del partido Izquierda, Ecología y Libertad, también perteneciente a la alianza de Bersani.
Por eso, advirtió Berlusconi citado por medios de difusión locales, si la centroizquierda elige además al presidente de la República, entonces ellos darán batalla en las plazas y en el Parlamento.
El congreso comenzará el proceso para elegir un presidente a mediados de abril, un mes antes de que termine el período de Napolitano.
Pero previo a eso, el próximo miércoles, el mandatario iniciará a las consultas con líderes partidistas para tratar de formar un Gobierno, cuando los grupos siguen sin dar señales de superar sus diferencias.
Sobre esas consultas, Berlusconi se mostró convencido de que Bersani recibirá el encargo de formar Ejecutivo, e incluso podría conseguir el voto de confianza de los partidarios del primer ministro saliente, Mario Monti; y del antisistema Movimiento Cinco Estrellas, de Beppe Grillo.
Sin embargo, según Il Cavaliere, el futuro Gobierno tiene pocas expectativas de vida y Bersani no llegará muy lejos, por lo que exhortó a su partido a considerarse en campaña electoral y regresar a las plazas.