El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, logró este martes la aprobación de las Cuentas del Estado de 2010 al obtener los votos suficientes en la Cámara Baja. No obstante, el Premier no consiguió la mayoría parlamentaria de 316 votos, hecho que pone en tela de juicio su futuro político al frente del Gobierno de Roma.
Con 308 votos a favor, ninguno en contra y 1 abstención, el Gobierno de Berlusconi implementará el mismo presupuesto del año pasado en el 2012 luego de que la totalidad de la oposición decidió abstenerse en un acto de «responsabilidad» hacia la estabilidad del país, según acordaron previamente.
Ante la pérdida de la mayoría absoluta en el Parlamento de Italia, no se descarta una eventual renuncia de Berlusconi de acuerdo al Reglamento de la Cámara italiana que establece que en el caso de no conseguir al menos 316 diputados favorables, el Premier tendría que decidir si continuar un Gobierno bajo mínimos o presenta su dimisión esta misma tarde.
Las Cuentas del Estado fueron aprobadas con 308 votos a favor, por debajo de los 316 necesarios para contar con mayoría absoluta, por lo que la oposición de izquierda pidió la renuncia del Primer Ministro, al constatar que no cuenta más con mayoría en la Cámara Baja para seguir gobernando.
El premier italiano se enfrentó este martes a una crucial votación en medio del abandono de varios diputados de su partido, Pueblo de la Libertad (PDL), quienes decidieron pasarse a la oposición por su desacuerdo con la forma en que Berlusconi ha abordado las reformas económicas que le exigen los socios comunitarios.
Por otro lado, Umberto Bossi, principal aliado del primer ministro italiano, pidió su renuncia este martes antes de realizarse la votación en el Congreso.
Bossi, líder de la llamada Liga Norte, propuso al secretario general del partido gubernamental Pueblo de la Libertad (PDL), Angelino Alfano, como nuevo Premier de Italia.
Los diputados que abandonaron la iniciativa de Berlusconi insisten en la necesidad de que el primer ministro «favorezca el surgimiento de un nuevo Gobierno con una base parlamentaria más amplia» para afrontar «la dramática emergencia económica y financiera de Italia».
La pérdida de la mayoría en el Parlamento, fue interpretado por el líder de la principal formación de la oposición italiana, el Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, como una muestra de que el Gobierno italiano no tiene ya la mayoría.
«Presente su dimisión, aquí haremos lo que nos corresponde por el país. Y tenga claro que si usted no lo hiciera, no oso a creer que usted no lo haga. Si usted no lo hiciera, la oposición consideraría otras iniciativas porque así no podemos seguir», comentó Bersani, dirigiéndose directamente a Berlusconi y abriendo la puerta a la presentación de una posible moción de censura.
El pasado 14 de octubre, Berlusconi obtuvo el voto de confianza de 316 parlamentarios, es decir, justo la mayoría absoluta de una cámara de 630 diputados.
Este voto de confianza llegó después de que el 11 de octubre se produjera un empate a 290 votos en la votación del primer artículo de esas cuentas del Estado de 2010, cuya ratificación tuvo que ser suspendida.