Betancourt tenía una obsesión contra la libertad de expresión

El Gobierno que ha dado mayores libertades en Venezuela ha sido el del Presidente Hugo Chávez, al contrario de Rómulo Betancourt que tenía una obsesión por suspender órganos de prensa –opina el profesor, periodista e investigador Rafael Ramón Castellanos.

El 26 de enero de 1962 fue prohibida la circulación de los periódicos La Hora, Tribuna Popular y Clarín y allanadas sus oficinas y talleres. Ya Betancourt había cerrado al semanario Izquierda, varias veces a Tribuna `Popular, a Critica, Fantoches, una revista humorística que editaba Gabriel Bracho Montiel (Dominguito) en homenaje a Leoncio Martínez (Leo) y Círculo, órgano de COPEI.

Ese día, no encontraron en Clarín a José Vicente Rangel ni a Luis Miquilena, que era el director, mas se llevaron a 11 periodistas, entre ellos a varios convocados a una reunión gremial y a otras personas que estaban allí –resaltó.

Subrayó que apresaron hasta a los pregoneros y no solo eso, se llevaban los artículos, las maquetas de las páginas, libros, dañaban los equipos, como viejos tipos de imprenta en chivalete y renglones de ensayos que se hacían para imprimir en linotipo.

-Lo recuerdo mucho porque ese día fui a entregar un artículo. Cuando salí llegó la policía política y vi como se llevaban a los compañeros.

LA OBSESIÓN DE BETANCOURT

La obsesión de Betancourt era terrible, no sé si producida por el complejo de traición que traía por haberse alejado del Plan de Barranquilla para transformarse en un agente del imperialismo y haber hecho su gobierno una copia exacta de cualquier programa que hoy tenga la CIA -reflexionó.

-Ese mal se extrema al ordenar Betancourt a la Dirección de Información que presionara a todos los anunciantes de El Nacional para que suspendieran los avisos y la mayoría dejó de pautar.

El Nacional estuvo a punto de quebrar. Lo salvó que Miguel Otero Silva supo dominar la crisis y por otra parte, tenía suficiente dinero para mantenerse unos meses sin publicidad.

A la Cadena Capriles le aplicaron la misma dosis de criminalidad antiperiodística, mandando quitar los avisos a varias publicaciones de ese grupo editorial.

LA REPRESIÓN IDEOLÓGICA

-La represión ideológica que ejerció Betancourt era dictatorial. Abarcó toda expresión del pensamiento y de la civilidad. Ya no era que se allanaban los órganos de las organizaciones y partidos políticos que no apoyaban incondicionalmente sus políticas, sino que también comenzaron a apresar a los articulistas y colaborares de las empresas periodísticas.

El profesor Castellanos comentó que la persecución fue terrible: “nadie andaba seguro; se vivía en la zozobra de los allanamientos y secuestros por cualquier noticia. Las emisoras de radio no escapaban a ese acoso”.

Agregó que muchas personas fueron detenidas por el hecho de opinar y otras eran citadas a concurrir ante la DIGEPOL.

-Cometió actos absurdos contra las expresiones de la dignidad de las personas. Por ejemplo cuando el Canciller Ignacio Luis Arcaya no quiso firmar la declaración contra Cuba que la expulsaba de la OEA, Betancourt inmediatamente destituyó al doctor Arcaya y sacó a URD del poder y de la llamada Ancha Base.

“Recuerdo que había un partido pro Pérez Jiménez que decidió sacar un periódico que se llamaba Crítica. Betancourt lo cerró a los tres días y no se conformó con clausurarlo, sino que ocuparon los talleres y la DIGEPOL se posesionó de todo los equipos, además de meter presos a los directivos”.

EL SIGLO XX

El profesor Castellanos sostuvo que el gobierno de Betancourt fue el más represivo del siglo XX, incluyendo el mandato de Juan Vicente Gómez, con todo y que éste redujo las libertades a cero y llevó a periodistas y escritores a La Rotunda, ya que RB reprimió de manera brutal a todos, sin importar tendencia.

-Se ensañó especialmente con la gente de izquierda y sobre todo del Partido Comunista. La vida de los dirigentes del PCV Gustavo y Eduardo Machado, Gallegos Mancera, Guillermo y Servando García Ponce, Ramón Villaroel, Federico Alvarez y otros fue muy azarosa durante el gobierno de Betancourt.

“Porque la meta de RB, cual pequeño Hitler, era erradicar la visión de un mundo nuevo que tenía el Partido Comunista y buscó todas las vueltas posibles para borrar a esa organización política de la historia de Venezuela”.

EN LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA

La libertad de prensa y de expresión ha sido absoluta, tanto con Chávez como ahora con Maduro, pero se ha tornado en libertinaje. Uno sintoniza cualquier canal privado de televisión o emisora de radio y escucha barbaridades que enferman, bajezas indignas de cualquier periodista que tenga algo de ética –sentenció.

-El fenómeno curioso de la oposición en Venezuela, esa derecha sacrílega y terrorista, es que ha dicho y escrito las más viles infamias e injurias.

Sin embargo, ante estos hechos, ningún periódico ha sido cerrado ni ha ido preso nadie por orden del gobierno en los casi 20 años que han transcurrido desde el proceso electoral del 98 -subrayó.

-Los excesos de la oposición van contra ella misma porque cuando Mario Silva o Diosdado Cabello reproducen lo que dice la derecha, la situación se invierte: la gente ya no piensa que los escuálidos están atacando a un adversario, sino que están hablando pestilencia y el pueblo reflexiona sobre qué calidad de seres son esos que tratan de ofender la dignidad nacional.

“Ningún gobernante de Venezuela hubiera tolerado lo que aquel Puchi le dijo a Chávez por televisión. El Presidente Chávez fue tan generoso que se quedó con su mentada de madre sin tomar medida alguna contra el ofensor. Igual fue con los militares de la Plaza Altamira, cuando negándose a tomar acción respondió: “No. Ellos se van a destruir a sí mismos. Déjenlos que se cocinen en su propia salsa” y así fue. Se destruyeron, se aniquilaron”.

La libertad ha sido absoluta; que los terroristas buscan la muerte, esa es otra cosa porque ya no es que ya no es solo el libertinaje sino a la violencia armada contra instituciones y contra la humanidad del venezolano.

T/ Mercedes Aguilar
F/ Gustavo Frisneda
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