Se han implementado medidas para evitar reventas|Bicentenario Costa Verde atiende a más de mil personas diariamente

Desde su reinauguración, el Abasto Bicentenario ubicado en el centro comercial Costa Verde (Maracaibo), atiende a 1.300 personas por día. Desde tempranas horas de la mañana, el público acude para adquirir todos los productos de la cesta básica a precio regulado.

Carmen Pérez, es una de las madres de familia que cada semana se acercan hasta Bicentenario: “Es mucha la gente que viene a este supermercado porque hay de todo, aquí consiguen lo que nunca conseguirás en un supermercado privado y a precios subsidiados, yo me gasto 400 bolívares y compro de todo”.

PERSISTE BACHAQUEO

Una de las razones por las que muchas personas se acercan desde las 4:00 am a hacer la cola, es por la cantidad de presuntos bachaqueros que se instalan desde temprano para sacar productos y luego revenderlos a precios especulativos, aunque el Gobierno Nacional se ha esforzado para poner freno a esta práctica. Este supermercado cuenta con 8 máquinas captahuellas.

“En la cola de viejitos y discapacitados se han llegado a concentrar hasta 200 personas, y a muchos los traen, obviamente ellos pasan primero y a la salida los he visto vendiendo los productos, este problema ya es de valores, viejitos en sillas de rueda vendiendo el papel sanitario que acaban de comprar”, resaltó una miliciana que prefirió mantener su nombre en el anonimato.

Resaltó que incluso hay viejitos que dañan la huella para evitar los controles y poder comprar fuera del orden establecido.

SUPERVISIÓN

Aunque la gerencia del supermercado no puede hacer nada para evitar que los productos sean revendidos, el centro comercial Costa Verde ha implementado una serie de medidas para evitar que la reventa se dé en sus instalaciones.

La vigilancia interna ha colocado una serie de portones para mantener el orden y evita que las personas que salen del Bicentenario se queden en las afueras revendiendo lo que compran.

“Esto es un guerra económica propiciada por los mismos ciudadanos que compran hasta lo que no necesitan para aprovecharse de la necesidad de los demás. Aquí vienen dueños de bodegas que compran el pollo a 59 bolívares el kilo y luego lo revenden en las barriadas a 180 bolívares el kilo”, explicó Tomás Suarez, mientras esperaba su turno para comprar.

T y F/ Y.I.