El reloj marcaba las nueve y cuarenta y cinco de la mañana y la lista iba por 187 personas anotadas. Como si fuera un artículo de primera necesidad, la gente se agolpó en la entra del Gran Abastos Bicentenario de la Urbina para comprar un televisor de pantalla plana a un precio 100% por debajo del mercado capitalista.
Un hombre que se identificó como periodista mexicano increpó al reportero gráfico Miguel Romero, sobre la importancia de ese acto “La gente se organizó para poder comprar un televisor de alta tecnología y compartir con su familia. Dígale al gerente de la tienda que ese colectivo organizado, le están facilitando el trabajo al personal del establecimiento. Es una muestra de concienca”, dijo.
La contraloría social funcionó en el Bicentenario. “Había unos vivos que se llevaban hasta diez televisores para revenderlos. Con la lista se están evitando los desvíos y se democratiza el acceso de la gente a los bienes a precios sin la ganancia capitalista”, dijo con acento mexicano entre el tumulto de la gente.
De hecho, esa lista es entregada a primera hora del día a la encargada de tienda, la cual llama persona por persona a la que se le hace entrega de un número con el que puede adquirir los televisores Haier, al tocarle el turno.
“Hoy recibimos 180 cupos. Una gandola trajo 150 televisores de 26 pulgadas y 50 del tamaño de 32 pulgadas”, aseguró Lilebteh Ojeda, después de haber recibido su televisor.
“En la calle este televisor chino está alrededor de 2.000 bolívares hasta 3.000 bolívares, mientras que en Bicentenario se consigue a 1.060 bolívares. Valió la pena esperar en las afueras de la entrada del Bicentenario desde la dos de la madrugada. Me ahorré casi dos mil bolívares”, aseguró Lilibeth Ojeda que vino junto con unos amigos para hacer la compra.
José Pérez lo catalogó de una proeza. “Estoy desde la tres de la mañana, pero no me iba a pelar ese boche”, dijo satisfecho arrastrando el carrito del supermercado cargado con el televisor, mientras hacía la cola para obtener la garantía de un año otorgada por el establecimiento.
El Gran Abasto Bicentenario ofrece descuentos sin paragón en la línea blanca Haier, distribuida por el Gobierno Bolivariano. “La gente cobró sus utilidades y aprovecha los buenos precios del establecimiento de la Revolución que oferta con descuentos entre 40% y 50%”, dijo un empleado de la tienda.
En el área de refrigerados, el pernil es uno de los productos más demandados. Regulado en 22 bolívares el kilo, en Bicentenario de Terrazas del Ávila, en Caracas, se vende en 18 bolívares el kilo.