El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sufrió uno de sus ya tradicionales lapsus durante la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebrada en la capital española.
Madrid fue testigo de un error más del mandatario estadounidense, quien confundió a Suecia, país que desea formar parte de la alianza, con Suiza, país que ni siquiera pertenece a la organización.
Tras anunciar que Washington seguirá participando activamente en el conflicto en Ucrania, Biden reiteró sus deseos de que las tropas de la OTAN sigan expandiéndose por el mundo.
«Hablamos por teléfono y sugirió que llamáramos al líder de, eh, de Suiza. ¡Suiza! Dios mío, dios mío. ¡Me estoy poniendo muy ansioso aquí por la expansión de la OTAN! De Suecia, quiero decir», corrigió rápidamente el presidente de Estados Unidos.
El 29 de junio, el presidente ruso Vladímir Putin advirtió que responderá enérgicamente a un despliegue militar de la OTAN en los dos nuevos países escandinavos que desean sumarse.
«No tenemos nada de qué preocuparnos en cuanto a la membresía de Finlandia o Suecia en la OTAN […]. Solo debemos tener claro y comprender bien que si antes no había amenaza, en caso de despliegue de fuerzas e infraestructuras militares, tendremos que responder simétricamente y crear las mismas amenazas en los territorios desde donde nos amenazan», dijo Putin.