La ministra del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, Blanca Eekhout, reiteró que la Revolución Bolivariana seguirá trabajando para que Venezuela sea un espacio de paz.
Al visitar ayer domingo el Hospital Materno-Infantil Hugo Chávez, en la zona de El Valle, en Caracas, afirmó: “Traemos un mensaje de amor, de compromiso y de defensa de la vida, que es el vínculo más poderoso, inderrotable y es el motor de nuestra patria, esta patria que nos ha dado cobijo y que nosotros garantizaremos que siga existiendo eternamente como espacio de paz, para hacer posible los sueños”.
La funcionaria asistió al centro de salud “a rendir homenaje a las madres y a estos recién nacidos. Les damos la bienvenida a un país, a una patria que queremos que sea de futuro, de vida para las nuevas generaciones, y por eso estamos aquí”.
La ministra, en nombre del Gobierno Bolivariano, hizo entrega de morrales a las mujeres embarazadas.
Recordó que el hospital fue agredido “por quienes sin ninguna razón o tipo de conciencia se atrevieron a atacar el momento más sagrado de la existencia humana, ese tránsito del nacimiento, de la bienvenida a la vida”.
En el Hospital Materno-Infantil Hugo Chávez había 54 niños recluidos cuando fue atacado, el pasado 21 de abril, por terroristas contratados por sectores extremistas de la oposición como parte de un plan para provocar un golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro Moros. Gracias a la rápida acción del Gobierno Nacional sus instalaciones fueron reabiertas y está nuevamente 100% operativas.
El padre Numa Molina, párroco de la iglesia de San Francisco situada en el centro de Caracas, acompañó a la ministra Eekhout. El sacerdote recordó las palabras de Jesús resucitado y señaló: “He venido para que tengan vida y la tengan abundantemente’. Así tiene que ser Venezuela y esa vida la vamos a dar con amor, con paz, con servicio, solidaridad con todos los valores que de momento hemos descuidado”.
Además acotó: “Hay grupos de personas que pretenden hacernos creer en los antivalores. No podemos ni tolerar ni aceptar antivalores. Es con los valores cristianos de la vida, del amor, del servicio, como vamos a poder construir esta Venezuela que todos estamos soñando”.
“Envío una bendición a las madres venezolanas, y a las del Materno-Infantil, que hoy hacen realidad ese sueño hermoso, que es dar vida abundante, así tiene que ser, Venezuela”, añadió el padre Numa Molina.