El de las clases dominantes “es un Bolívar apaciguador”|El Bolívar de Chávez “es una fuerza telúrica para la movilización popular”

El proceso iniciado por el presidente Hugo Chávez ha sacado a flote diferencias de todos los tenores. Las historiadoras y los historiadores no están al margen del debate.

“Siempre han existido diferentes maneras de interpretar la historia, los acontecimientos y los procesos históricos”, asevera el historiador Luis Pellicer, presidente del Centro Nacional de Historia.

“Una diferencia, digamos, clásica siempre ha sido la diferencia entre la historiografía positivista y la historiografía marxista”, subraya. “La manera de interpretar del positivismo viendo la historia aséptica y sin posiciones políticas”, puntualiza, “y el marxismo, también científico pero asumiendo postura política en el sentido de que se elabora la interpretación de la historia a partir de la categoría de la lucha de clases y el historiador marxista se asume como defensor de las clases dominadas”.

Esta visión es la de la historiografía insurgente que defienden la Red de Historia Memoria y Patrimonio, el Centro Nacional de Historia y el Archivo General de la Nación.

-¿Cómo era la otra? ¿Complaciente?

-Muchas veces fue complaciente, pero sobre todo esa historiografía que llamamos oficial o historiografía conservadora es un aparato ideológico de justificación del sistema de dominación. Todo científico social, todo humanista tiene una posición política, y hay quienes la pretenden ocultar en un sistema de categorías, pero hay quienes asumimos legítimamente nuestras posiciones políticas sin falsear la verdad de la historia.

Visto así, el proyecto nacional al que aluden algunos sectores sería, en realidad, el proyecto de la clase hegemónica, describe Pellicer.

-¿Piensa que quienes hablan de proyecto nacional están defendiendo es el proyecto de un sector hegemónico?

-El proyecto de un sector de la clase dominante.

-Y ¿cuál es el proyecto nacional de las clases populares, de los sectores populares pensando en esa línea crítica?

-Siempre fue un proyecto que buscaba la igualdad y la libertad.

-¿Existió como proyecto?

-Existió como proyecto. El Proyecto Bolivariano es un proyecto de igualdad y de libertad plena. Bolívar fue un verdadero abolicionista, creyó en la igualdad de los pardos, mulatos e indígenas. Fue un pensamiento que evolucionó en Bolívar. Bolívar fue un creador de una teoría revolucionaria, que es otra cosa que la historiagrafía conservadora quiere negarle a Bolívar y por eso hace unos libros en los que se mete con la hermana de Bolívar, que la hermana de Bolívar era realista.

-¿Pero eso no es relevante también?

-Eso está bien, pero ¿por qué te empeñas únicamente en hacer ese tipo de historias y no tratas también los aspectos revolucionarios de esos personajes? Es sesgada la visión.

-También podría ser sesgada la de ustedes.

-No, porque vemos las dos cosas. Está bien que la hermana haya sido realista, pero también la hermana evoluciona y se convierte en una bolivariana pura cuando le dice: “Mira, aquí viene gente de todas las clases a ver tu retrato” en el año 1827, cuando está la cosa divisionista alborotada aquí en el país.

APACIGUADOR O MOVILIZADOR

-¿Bolívar no es Bolívar siempre, con una visión o con otra?

-No. El Bolívar de las clases dominantes es un Bolívar apaciguador, adormecedor. Como dice Pedro Calzadilla (historiador) es anestésico, un Bolívar anestésico de las luchas populares. El Bolívar de los sectores progresistas de la izquierda, el que defiende la Red, es un Bolívar que es un dispositivo también ideológico, yo diría que sí, pero es un símbolo de movilización. Es una fuerza telúrica para la movilización popular, es el Bolívar que nos despertó Chávez, el Bolívar que rescató Chávez para las luchas populares y para las luchas socialistas.

-Ahora estamos en ese punto: en el punto en el que sigue la disputa por Bolívar.

-Claro, como sigue la disputa por la independencia.

-¿Por qué?

-Porque nosotros todavía estamos en esa lucha, en esa búsqueda de una sociedad de justicia y equidad social y todavía estamos luchando en contra de los sectores dominantes que quieren restablecer el Estado liberal democrático, no el Estado socialista que estamos construyendo y en ese sentido seguimos una lucha por la independencia.

T/ Vanessa Davies