Hasta la madrugada de este domingo humearon las fogatas y sahumerios en millones de casas de Bolivia, como despedida al mes de la Pachamama, el tiempo en que la Madre Tierra comió para traer suerte y bienestar a sus hijos.
Con la llegada de septiembre, concluyó en esta parte del mundo la época de la lakampacha que en aimara equivale al «tiempo en que la Pachamama tiene la boca abierta y desea comer».
Durante todo agosto, la Calle de las Brujas en el centro de esta capital se llenó de paceños que buscaban los ingredientes para preparar las llamadas mesas, las ofrendas para quemar durante todo el mes en saludo a la divinidad.
Rosa Acarapi, una de las chifleras o brujas que venden en esa calle, explicó a Prensa Latina que durante todo este mes se dedican a la preparación de las mesas, pero hay días especiales, como el inicio y los finales del periodo.
«Son días claves en los que hay más ventas. Nosotras hacemos los preparados, que tienen ingredientes básicos, pero que también se hacen de acuerdo con la necesidad de los clientes, en dependencia de si quieres pedir familia, salud, prosperidad, dinero, trabajo», comentó.
Acarapi dice que en agosto la Tierra ha empezado a salir del inverno, concluyó la primera etapa de las cosechas y tiene más hambre de lo corriente, por eso hay que alimentarla con dulces y sullus (fetos) de llamas y ovejas.
Una mesa de dulce, preparada por Acarapi durante la conversación, contenía casas y autos de caramelos (son conocidos como alfeñiques), lana de color, cebo de llama, nuez, pan de plata, hierbas aromáticas y el infaltable sullu , todo envuelto en una hoja de papel sábana.
Mientras esto pasaba en la ciudad, en el campo los creyentes acudieron a las apachetas o cumbres, donde de acuerdo con sus costumbres y tradiciones, enterraron llamas vivas y sacrificaron gallos y conejos, para calmar el hambre de la tierra.
Al otorgar las ofrendas, invoca también a los achachilas (dioses tutelares) que moran en los nevados del Illimani, Huayna Potosí, Mururata, Sajama y Chijcha e invocan también a los ríos y los espíritus de los animales.
El principal centro de peregrinación en esta capital es La Cumbre, en las afueras de La Paz, a cuatro mil 600 metros sobre el mar, donde comienza el Camino del Inca, y donde, según las creencias ancestrales, se reúnen y habitan los dioses tutelares del mundo andino.
Los sabios amautas y los yatiris, sacerdotes de la religión andina, realiBolivia despide con ofrendas el mes de la Pachamamazaron los principales ceremoniales en los que no faltó el sacrificio de la llama y las ofrendas con la hoja sagrada de la coca, el alcohol, el sullu y la chicha, la bebida altamente alcohólica para carar (alimentar) a la Pachamama.