«Cuántas veces lloro en el baño de mi casa. Mi esposa nunca me vio. Ella piensa que soy el más macho de los machos. Y en parte tiene razón». La frase es del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y la soltó en un encuentro organizado en una iglesia evangélica en Brasilia, donde habló de la «presión» que entraña su cargo. Una vez más, sus comentarios generaron una ola reacciones.
«Ya no soy diputado. Si [un diputado] pierde un voto, no puede influir en nada. Un voto de 513. Pero con una decisión mía mal tomada, mucha gente sufre. Mueve la bolsa de valores, el dólar, el precio del combustible», aseguró el ultraderechista, que intenta reforzar los lazos con los evangélicos de cara a las elecciones de 2022.
En su discurso, volvió a mencionar la posibilidad de privatizar Petrobras, la empresa más grande del país. «Siempre que aumenta la gasolina la culpa es mía. ¿Será que tenemos que privatizar Petrobras?», preguntó a la audiencia que contestó con un «sí» al unísono.
Con una subida de la gasolina de casi un 40 % en los últimos 12 meses y una inflación que se ubicó en 10,25 % en septiembre, a Bolsonaro –cuya popularidad se ha desplomado– le llueven las críticas.
«Para partir el corazón»
El periódico O Antagonista señaló de manera irónica que la declaración del presidente «es realmente para partir el corazón».
También mencionó que el pasado fin de de semana, el mandatario se fue a la costa de Sao Paulo para «airearse la cabeza y no pensar en las más de 600.000 muertes por covid-19».
El columnista Reinaldo Azevedo destacó que Bolsonaro ha tardado «en darse cuenta que sus actos y sus palabras tienen un impacto en la economía».
Azevedo hizo referencia a la sonada frase «el más macho de los machos»: «No sería el auténtico Bolsonaro, ¡claro!, si no exaltase sus supuestas cualidades viriles hasta cuando muestra un poquito de vulnerabilidad».
Mientras, el periodista Ivan Longo apuntó que Bolsonaro «volvió a demostrar que no está preparado psicológicamente para el cargo que ocupa».
«Quien llora por motivos reales y diariamente es la población brasileña por haber escogido a alguien tan incompetente como Bolsonaro para la presidencia de la República», comentó un usuario en las redes sociales.
Y otro afirmó: «Bolsonaro llora en el baño porque es incompetente. Los pobres lloran porque no tienen un mínimo de dignidad para vivir debido a su Gobierno».
«Los que más lloran son los millones de padres de familia desempleados, con bajos salarios y con la inflación erosionando su poder adquisitivo, el combustibles por las nubes, la deforestación descontrolada y sus mentiras. En el fondo Bolsonaro es un incompetente crónico», añadió un internauta.