Aunque en un primer momento el ministro de Medioambiente, Ricardo Salles, consideró la propuesta «una excelente medida y una ayuda bienvenida», el Ejecutivo brasileño cambió de rumbo tras una reunión de Bolsonaro con su gabinete.
Los incendios en el Amazonas han provocado una grave crisis diplomática entre Bolsonaro y el presidente francés, Emmanuel Macrón, desde que este afirmó en vísperas de la cumbre que los líderes mundiales tendrían que discutir los incendios en la Amazonia. Entonces el ultraderechista acusó a Macron de «colonialista» y de querer sacar rédito político «de lo que es una asunto doméstico de Brasil».
«Brasil no aceptará ninguna iniciativa que implique relativizar la soberanía sobre su territorio, cualquiera que sea el pretexto y cualquiera que sea el ropaje», ha señalado el ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Ernesto Araújo. «Nadie necesita de una ‘Nueva Iniciativa para la Amazonía’, como sugiere el presidente Macron», ha añadido.
En palabras de Araújo: «Está muy evidente el esfuerzo, por parte de algunas corrientes políticas, de extrapolar cuestiones ambientales reales transformándolas en una ‘crisis’ fabricada, como pretexto para introducir mecanismos de control externo de la Amazonia».
En una entrevista con la televisión pública francesa France 2 al término de la cumbre del G7 de Biarritz, en el suroeste francés, Macron insistió en que la actitud de Bolsonaro le llevará a no ratificar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur.
«La Amazonia es un tema de todo el planeta. Podemos ayudarle a reforestar. Podemos encontrar la forma de un desarrollo económico que respete el balance natural, pero no podemos permitirle destrozarlo todo», indicó Macron. «Respetamos su soberanía. Es su país, pero los árboles en la Amazonia son los pulmones del planeta», añadió.