Borran la historia de la UCV

POR: JESÚS SOTILLO BOLÍVAR

Profesor de la UCV

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La Historia nos ayuda a entender el presente, estudiando el pasado. Un pueblo que no conoce su historia, corre el riesgo de repetirla y yo agregaría, que olvidaría sus costumbre, sus rasgos culturales, sus epopeyas, su idiosincrasia, es decir la esencia de las cosas complejas y sencillas que los hacen sentirse pueblo.

Los amigos estudiosos y conocedores de esta noble disciplina cuantas cosas más podrían agregarle a las consecuencias por su desconocimiento.

Hago esa referencia, para señalar, tristemente, cosas que suceden en nuestra universidad y que pasan desapercibidas o sencillamente interesadamente se tratan de ignorar.

Las luchas del Movimiento Estudiantil venezolano, es una de las más significativas de nuestra región y en sus combates, los estudiantes han estado presentes en episodios trascendentes de la historia política y cultural venezolana, han dejado una estela de sacrificios que se refleja en sus mártires.

Indigna y entristece al mismo tiempo, observar, como se pretende borrar esa historia tan gloriosa para el conocimiento de la misma UCV y de las luchas del pueblo venezolano.

Hemos podido observar como se ha venido profanando la memoria de los mártires de las luchas estudiantiles, desapareciendo del campus universitario, las placas y monumentos conmemorativos de ciertos episodios que no podrán borrar, aunque quieran, de la memoria colectiva.

Es así como podemos apreciar el retiro de la placa recordatoria del asesinato de la estudiante de Psicología, Livia Gouverneur, del pasillo de la Escuela de Psicología, de la Facultad de Humanidades y Educación, placa, que por cosas de la vida, me correspondió mandar hacer junto a otros compañeros de Psicología, para rendirle homenaje a su lucha heroica.

Entrando a la UCV, por Plaza Venezuela, los transeúntes podían ver al frente el pedestal y placa conmemorativa de Belinda Álvarez, a la sazón, Presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela de Trabajo Social, asesinada durante el Gobierno de Carlos Andrés Pérez. Hoy la placa ha sido retirada. Por cierto, se encontraba, muy cerca de donde fue asesinada también una Periodista, María Verónica Tessari, igualmente, por fuerzas policiales durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez.

Si continuáramos en nuestro recorrido, y pasáramos frente a los locales de la F.C.U. nos daríamos cuenta que la placa conmemorativa a la llamada Masacre de Tazón, donde varios estudiantes de las Facultades de Agronomía y Veterinaria resultaron gravemente heridos y que revelaba de alguna manera la intensa represión contra los estudiantes universitarios en el gobierno de Acción Democrática presidido por Jaime Lusinchi, también ha sido retirada.

Doblamos a la izquierda y nos damos un paseo, por la llamada tierra de nadie y después bautizada por los estudiantes y profesores con el nombre de Plaza Jorge Rodríguez, estudiante de la UCV, miembro del Consejo Universitario y dirigente de la FCU, quien fue torturado y asesinado en el gobierno de Carlos Andrés Pérez, nos daríamos cuenta que la placa colocada en acto público por de cientos de jóvenes que asistieron a ese acto de reconocimiento, también ha sido retirada.

Continuamos nuestro recorrido, llegamos a la Facultad de Farmacia, y si subimos por las escaleras de incendio, observaremos que la placa conmemorativa, al asesinato de José Montesinos, muerto allí mismo, durante unos de los tantos allanamientos a la UCV, a los que nos tenían acostumbrados los gobiernos de Acción Democrática y COPEI, también ha sido retirada.

Salimos de la Facultad de Farmacia y en línea recta nos dirigimos al Instituto Anatómico, podemos ver que la placa recordatoria de la muerte Mervín Marín Sánchez, ocurrida dentro del recinto ucevista en un allanamiento, durante el gobierno de Rafael Caldera, también ha sido retirada.

¿De quién es esta obra?, del hampa que ahora cohabita en el campus de la UCV o de alguna mano con intención política que pretende borrar parte de la historia de nuestra institución. De quien sea, la acción es aborrecible. En lo que no tenemos duda es que esto sucede con la mirada indiferente de las actuales autoridades rectorales.

¿Que se espera?, que se desaparezca la obra “La Maternidad” de Baltazar Lobo; Pastor de Nubes de Jean Arp, o un mural de Mateo Manaure , un mural de Fernado Leger o una escultura de Víctor Vasarely o de Francisco NARVÁEZ, para actuar?

El nombre del Busto del Dr. José María Vargas, Presidente de Venezuela, primer Rector electo de nuestra universidad, quien redactó los Estatutos Republicanos de la UCV, junto con Simón Bolívar, ya desapareció, ahora es anónimo. Ya incluso, se están forzando las placas donde está impreso el nombre de la UCV, y si llegan a desaparecer no sabremos donde estamos entrando. O habrá que hacer como los viejos lobos de mar, orientarse por la Estrella Polar, para saber si estamos entrando al campus de la Ciudad Universitaria de la UCV.

jesussotillo45@gmail.com