Brasil entró en el selecto grupo de países con tecnología para construir un submarino con propulsión nuclear, afirmó este viernes la presidenta Dilma Rousseff al inaugurar una fábrica de estructuras metálicas.
El hecho que esta nación sea pacífica, sin conflictos con sus vecinos, no es motivo para no contar con una industria de defensa, resaltó Rousseff al respaldar el desarrollo de este sector como garantía de la soberanía del país, que ganó relevancia internacional en los últimos años.
Puntualizó que el sumergible nuclear entrará en operaciones en 2023 y no será un instrumento de guerra, sino de prevención y defensa.
En la instalación inaugurada en la ciudad de Itaguaí, de Río de Janeiro, erigida con apoyo de Francia, se construirán cinco submarinos, entre ellos uno nuclear, y 50 helicópteros, contará con un astillero militar y una base naval, todo con tecnología de esa nación europea.
Según el ministerio brasileño de Defensa, los equipamientos serán producidos con tecnología nacional, por técnicos nacionales entrenados y capacitados en Francia y los primeros sumergibles convencionales se entregarán en 2015.
Para acceder a esta tecnología fue firmado un acuerdo estratégico entre ambos países.
La fábrica, el astillero y la base demandarán la inversión de siete mil 800 millones de reales (tres mil 900 millones de dólares) hasta 2017 y generarán nueve mil empleos directos y otros 32 mil indirectos.
Además de esta planta, la mandataria participó este viernes en la inauguración del Hospital Municipal Evandro Freire, en esta ciudad, donde dijo que el país necesita contar con servicios médicos públicos de calidad para garantizar el desarrollo de la sociedad.
Estas actividades se incluyen en el programa de celebraciones por los 448 años de la fundación de Río de Janeiro.