La impopularidad del presidente de Brasil no electo, Michel Temer, alcanzó de 93 por ciento, de acuerdo con una encuesta de Datafolha publicada este sábado, efectuada entre el miércoles 21 y el viernes 23 a 2.771 entrevistados, con un margen de error del 2 por ciento.
Temer tenía un 9 por ciento de aprobación antes de que el 17 de mayo apareciera una grabación en la que parece avalar un soborno, lo que llevó a la Fiscalía brasileña a investigarlo por “corrupción, obstrucción a la justicia y organización criminal”.
Desde 2016, Temer asumió la Presidencia de Brasil luego de la destitución de Dilma Rousseff a través de un golpe parlamentario. Ahora su gestión es considerada mala o pésima por un 69 por ciento de la población y regular por un 23 por ciento. Los brasileños exigen la celebración de elecciones directas e inmediatas.
Solo el presidente José Sarney (1985-1990) alcanzó una impopularidad más alta que Temer, de un 94 por ciento aproximadamente, durante septiembre de 1989, en una crisis de hiperinflación en el país sudamericano.
Datafolha resaltó que “la popularidad del mandatario conservador, que prometió sacar a Brasil de la peor recesión de su historia a través de una serie de reformas promercado, mejora entre la población más rica, donde tiene una aprobación del 15 por ciento”.
La semana próxima la Fiscalía brasileña podría presentar la denuncia formal contra Temer, quien superó este mes un juicio en el Tribunal Electoral, que hubiese anulado de forma definitiva su mandato “por abuso de poder y financiación ilegal de la campaña de 2014”.
Recientemente, la Policía de Brasil dio a conocer que “la grabación que inculpa al presidente Michel Temer por corrupción no fue manipulada”, como había dicho el mandatario. De acuerdo con el peritaje, en la cinta “no hay señales de edición o fraude”. Y este audio servirá de testimonio en la investigación contra Temer.